¡Llega otro 8M de reivindicación pero también de orgullo! ¡El orgullo de sabernos a espaldas de mujeres extraordinarias que han permitido, en un pasado, que conquistemos derechos hasta llegar hasta aquí. También el orgullo de sentirnos en un presente de empoderamiento colectivo que nos permitirá avanzar hacia un futuro de derechos y libertad.
Hemos llegado hasta aquí señalando violencias, discriminaciones y desigualdades estructurales y lo seguiremos haciendo, con el fin de derribar un patriarcado que nos discrimina sistemáticamente por el hecho de ser mujeres, pero también hemos construido muros de contención y redes de sororidad inmensas, que harán que la transformación necesaria sea inevitable.
Despertar en el feminismo, ciertamente “sólo es empezar”, pero cuando lo haces, el mundo se vuelve un poco más agrio. Las inercias son tan poderosas que a veces la resistencia puede resultar agotadora y tomar conciencia de estas resistencias, se puede vivir incluso con rabia o con la impotencia de saber que lo que haces, sólo es una pequeña gota dentro de un océano.
Cuando esto pasa, sólo hay que mirar a las compañeras que nos enredan y la inyección de energía que supone saber que estamos y nos tenemos, no se puede explicar.
Así que este marzo, a la reivindicación por una sociedad que garantice los derechos y las oportunidades de todas las mujeres, quiero sumarle una buena dosis de orgullo. Orgullo por las que alzan la voz para denunciar las agresiones sexuales, las que luchan desde el activismo y nos llaman a las calles, las que cuidan, las que ponen el cuerpo desde cualquier ámbito donde se impliquen para no dejar un espacio donde no atraviese la perspectiva feminista. Orgullo por las que rompen esquemas y resisten, desde los municipios rurales, donde no dejaremos de reclamar que sin mujeres no hay repoblación. Orgullo por las que siempre están y por las que tienen que llegar.
¡Seguiremos, desde todos los espacios, perseverando en la denuncia y revuelta feminista y tejiendo redes de sororidad que nos permitan sostener la lucha cuando amargue, hasta que vivamos en un mundo donde valga la pena vivir!
