Fèlix Larrosa volverá a ser Paer en Cap de Lleida después de la clara victoria este 28M, que destrona el gobierno soberanista de estos cuatro años. Aunque no prevé pactos de coalición, el candidato socialista alarga la mano al resto de partidos de la oposición para caminar juntos y marca la seguridad como uno de los ámbitos a afrontar en los primeros días de mandato. Repasemos los resultados de los comicios en Lleida y cómo encara el mandato con el socialista Fèlix Larrosa.
Se preveía un pulso y la victoria ha sido contundente. ¿Se esperaba unos resultados tan claros?Cuando me preguntaban por las encuestas, contestaba como dice el manual, pero, en el fondo, había una cuestión que no me cuadraba: la encuesta de la calle. Lo que trasladaba la gente de la calle eran ganas de cambio. Por eso era prudente. Ahora bien, el resultado electoral se ha acercado mucho a nuestra encuesta. No hemos fallado y hemos trabajado duramente hasta el final de la campaña para poder trasladar la voluntad de hacer las cosas mejor.
¿Cuál ha sido la clave?No es una cuestión de los últimos 15 días, sino de estar en la calle durante cuatro años difíciles. Nos han encontrado siempre a su lado. Cuando han tenido dificultades, hemos intentado contribuir a resolverlas a pesar de estar en la oposición. Nos hemos ganado su confianza y se ha acabado trasladando a las urnas.
Aunque no existe mayoría alternativa, ¿buscará pactos de coalición con PP, ERC o Junts?La cotidianidad de la ciudad la podemos resolver perfectamente en un gobierno en minoría. 9 concejales es un buen equipo. Junto con el cuerpo de funcionarios podemos afrontar los retos del día a día. Ahora bien, en campaña, hemos planteado el proyecto 2030 para reforzar la segunda capitalidad de Cataluña. Somos la segunda capital de provincia en población, somos la capital de la Cataluña interior y también de un territorio que va más allá del país, ya que somos la capital de los aragoneses que están cerca de nuestra casa. Este juego se tiene que hacer posible con la complicidad de todos y superando los grandes retos que nos llegarán. Por lo tanto, tenemos que sumar sensibilidades. Esto quiere decir que arrancaremos con un gobierno en minoría y analizaremos posibles acuerdos para diferentes temas en función de las sensibilidades de los compañeros de corporación.
¿El contexto de una bajada de ERC y también de las elecciones generales puede forzar a iniciar el mandato con un gobierno en minoría?Tenemos que ver el contexto general. Esquerra también ambiciona otras posiciones institucionales en el territorio y quedará encima de la mesa. Respecto de la ciudad de Lleida, mano tendida hacia el nuevo grupo de Esquerra. El hecho de que Miquel Pueyo haya optado por no recoger el acta no facilita ni dificulta el acuerdo, sino que habrá otros agentes en la mesa. Desde el punto de vista personal siempre ha habido buena relación y, en el político, cuando ha convenido nos hemos puesto de acuerdo. Toni Postius también ha decidido no coger el acta de concejal y se acababa una etapa en la vida de las relaciones entre Junts y el PSC.
Se abre entonces una nueva etapa con las relaciones que tiene con estas dos formaciones.Quiero ver cómo somos capaces de sumar todas aquellas complicidades para sacar adelante los proyectos. Tenemos que ser generosos y establecer puentes de entendimiento. Nos tenemos que entender con todo el mundo. El segundo partido es el PP y con ellos también me quiero sentar y saber qué les preocupa. En carácter general, quiero una mesa de consenso y acuerdos globales de alta complejidad y generosidad.
¿Tiene en mente el organigrama de su gobierno?Estoy trabajando en ello. El próximo gobierno pivotará sobre 5 ejes. El área del buen gobierno y trabajar de manera transversal alrededor de la perspectiva de género. Por otro lado, hay otras tres grandes áreas ejecutivas: la ciudad saludable y para todo el mundo, la ciudad de las oportunidades (economía, comercio, industria, la sociedad de la información...) y la ciudad por la justicia social (salud, educación dependencia, inclusión). Se tienen que convertir en políticas que sean capaces de prever situaciones de complejidad.
¿Ha hablado con concejales electos para repartir estas funciones?Ayer tuvimos la primera reunión informal de gobierno. Empezamos a organizarnos y tenemos la agenda de los 30 primeros días prácticamente terminada.
¿Cuáles son las primeras acciones que se tendrán que tomar?Hablar con la dirección de la guardia urbana para avanzar en la policía de proximidad. Es uno de nuestros compromisos electorales. Visitaremos a los agentes, hablaremos con ellos y empezaremos a tomar decisiones. También tenemos que conocer sus necesidades en equipamientos, tecnología, organización... este año no se ha convocado ninguna plaza de guardia urbana y tenemos que analizar si tenemos margen para convocar alguna.
Su compañero en Tarragona, Rubén Viñuales, llevará la concejalía de seguridad. ¿Usted tiene previsto llevar alguna?De seguridad seguro que no. Tenemos una extraordinaria concejala que ha sido portavoz en la comisión de seguridad, Cristina Morón, que será concejala de seguridad y avanzará en el pacto por el civismo. En mi caso, lo tenemos que acabar de valorar, pero mi intención es no llevar una concejalía. En principio, de la alcaldía dependerá dos políticas. Por un lado, todo lo que tiene que ver con la Huerta de Lleida y, por otro, la materia de igualdad y políticas con perspectiva de género.
Usted ya ha sido alcalde, pero ¿cómo se quiere proyectar en estos cuatro años?Estos días he dicho que me gustaría que los leridanos confiaran en mí y en la Paeria, por eso les he pedido la confianza. El alcalde tiene que estar al lado de la gente. Lo más bonito del mundo es que el alcalde pueda sentarse y charlar con la gente mayor, los jóvenes o las organizaciones. Me gustaría que me acompañaran en esta construcción de una ciudad capital y para todo el mundo.