El obispo de Solsona quiere prohibir la celebración de actos no religiosos en las iglesias

02 de mayo de 2017 a las 15:27h
El obispo de Solsona, Xavier Novell, ha hecho una propuesta para regular la celebración de actos "extralitúrgicos" en las iglesias y capillas de su diócesis. En un documento que ha hecho llegar a los rectores de las parroquias, Novell ha fijado una serie de criterios "para ayudar a los rectores que quieran restringir aquellos actos extralitúrgicos inadecuados". En este sentido, el obispo lamenta que "si al inicio se hacían conciertos de música religiosa, progresivamente se incorporaron composiciones profanas y, más puntualmente, representaciones, fiestas, charlas e incluso actos sectarios". "Un servidor se ha hartado de ver lo que no toca en muchas de nuestras iglesias", asegura Novell en el documento. Entre los criterios que enumera Novell para poder autorizar actos extralitúrgicos, se encuentra el de "pueden tener lugar conciertos y otros actos culturales siempre que el contenido y la finalidad del acto sea la oración, la evangelización, la caridad y el diálogo de fe y cultura".
Bajo el título de 'Criterios para el uso de las iglesias y las capillas para actos extralitúrgicos', el obispo de Solsona, Xavier Novell, ha elaborado un documento que contiene una serie de criterios para ayudar a los rectores a decidir qué actos laicos pueden autorizar en sus parroquias. El documento, que se puede consultar en la página web del Obispado de Solsona, fija un total de cuatro supuestos en los que los rectores sí que podrían autorizar actos en las iglesias de su diócesis. El primer punto establece que "pueden tener lugar en las iglesias conciertos y otros actos culturales siempre que el contenido y la finalidad del acto sea la oración, la evangelización, la caridad y el diálogo de la fe y la cultura". Además, también pide que "cuando los actos no sean organizados y promovidos por la misma parroquia deberán ser expresamente autorizados por el rector o aquel a quien lo delegue". El segundo criterio fija que no se permitirá el uso de las iglesias y capillas "para actos religiosos no cristianos", mientras que el tercer punto establece que "no se permitirán actos interreligiosos en iglesias y capillas". Finalmente, en el cuarto y último punto, el obispo pide que en las iglesias que sean propiedad de entidades civiles o cedidos y donde hay un culto "más o menos habitual" se prohíban todas aquellas actividades que van en contra de "la santidad del lugar". Novell considera que uno de los motivos que contribuyeron a la apertura de los templos a actos "extralitúrgicos" fue "la ausencia en muchos pueblos de un local adecuado para estos actos", pero asegura que "hoy, a diferencia de la época en que comenzó este fenómeno, hay teatros y locales sociales en todos los pueblos". De hecho, el obispo cita el Código de Derecho Canónico para asegurar que éste regula el uso de las parroquias y establece que "en un lugar sagrado, sólo hay que admitir aquello que sirva para el ejercicio y el fomento del culto, la piedad y la religión y hay que prohibir aquello que no está en consonancia con la santidad del lugar".