Los temporeros y temporeras para la campaña agrícola han comenzado a llegar en las últimas semanas a Alcarràs, donde, a pesar de la amenaza de la sequía, se calcula que han venido de 3.000 a 4.000 trabajadores y trabajadoras del campo. El espacio de alojamiento que el consistorio pone a disposición de las cooperativas, empresas y agricultores del municipio para el alquiler, ya se encuentra al 80% de la ocupación, y acoge a unas ochenta personas, en un espacio que dispone de un total de 96 plazas.
El espacio de alojamiento, hecho con módulos prefabricados y situado en el polígono industrial Lo Tossalet Roig de Alcarràs, sirve para garantizar que las personas trabajadoras en el sector de la fruta puedan vivir en el municipio y dispongan de un espacio en dignas condiciones y evitar problemas de sobreocupación en viviendas con un gran número de personas convivientes.
Otros usos de los alojamientos municipales
Este espacio no solo da servicio a agricultores, cooperativas y empresas para poder alojar a las personas que tienen contratadas, sino que, además, se trata de un alojamiento fijo, que durante todo el año tiene usos muy diferentes: cada año, de noviembre a marzo, uno de los módulos se convierte en un espacio de acogida para las personas sin techo, en el marco del Plan Iglu; un módulo se ofrece durante todo el año a personas peregrinas que hacen el camino de Santiago, y también está abierto a entidades scout y otras actividades lúdicas. Asimismo, estos alojamientos han servido como solución durante la pandemia de la Covid-19 a la hora de acoger a personas que debían permanecer aisladas.
El espacio de alojamiento durante la campaña agrícola tiene un coste de 5 euros por persona y por noche, e incluye un espacio para dormir, y los servicios de luz y agua. El consistorio ofrece el espacio y factura el servicio a la empresa o la persona a cargo de la explotación agrícola, que decide libremente si repercute el coste al sueldo del trabajador o no.