Cierran cautelarmente un bar en Lleida por falta de higiene y seguridad alimentaria

Una inspección de la Guardia Urbana detecta falta de higiene en los lavabos y dentro del bar Quatre Cantons del Centro Histórico, un almacenamiento inadecuado de los alimentos y deficiencias que si no se arreglan se procederá al cierre definitivo

19 de septiembre de 2025 a las 09:56h
Imagen extraída de Google Maps del bar Quatre Cantons del Centro Histórico de Lleida, cerrado cautelarmente

La Paeria de Lleida y la Guardia Urbana han vuelto a actuar para cerrar un establecimiento de la ciudad. Si hace unos días era por una inspección a un conflictivo local del barrio del Clot de les Granotes, que fue obligado a cerrar por superar el aforo, peleas, consumo de sustancias y venta ambulante de comida dentro de la discoteca Blin Blin, ayer la Paeria ordenó el cese cautelar de la actividad de bar del establecimiento Quatre Cantons situado en la calle Boters, en el Centro Histórico.

La Guardia Urbana y la veterinaria municipal detectaron irregularidades y deficiencias higiénico-sanitarias, entre las cuales destaca la falta de higiene en las instalaciones y lavabos, un almacenamiento inadecuado de los alimentos, algunos de ellos no identificados correctamente ni trazables, así como deficiencias a nivel de infraestructura y autocontroles.

Así pues, se comprobó que en este bar hay riesgo para la salud y el incumplimiento de los requisitos y las condiciones que establece el ordenamiento vigente en materia de salud pública. Por este motivo se ha informado al titular que debe adoptar las medidas correctoras de forma inmediata.

En caso de no corregir estas deficiencias, esto podría comportar el cese de la actividad, independientemente de la imposición de multas coercitivas y sanciones por las infracciones cometidas. La Guardia Urbana velará por el cumplimiento de la orden de suspensión y, en caso de incumplimiento, procederá de forma inmediata al precinto del establecimiento.

No es la primera vez que la Paeria de Lleida se ve obligada a cerrar un establecimiento de la ciudad, como ya ocurrió en mayo de este año cuando se precintó un restaurante por la presencia de un ratón en un asador de kebab, en la calle Príncipe de Viana.