El Servei Català de Trànsit (SCT) ha instalado tres nuevos radares-carro en la demarcación de Lleida debido al repunte de la siniestralidad registrada este año. Diecinueve personas ya han muerto en las comarcas de Lleida desde principio de año, diez de las cuales el pasado mes de julio, según informa 3cat.
El jefe del Área Regional de Tráfico de Ponent de los Mossos d'Esquadra, Damià Larriba, ha declarado que las causas más habituales de accidente han sido las distracciones, la somnolencia y el exceso de velocidad.
Para ponerle remedio, el SCT ha decidido instalar tres radares-carro en puntos estratégicos de la red viaria de Ponent: los dos primeros se han instalado en la A-2 en Cervera y en la C-12 en Balaguer, y este jueves está previsto que se coloque otro en la A-2, en este caso a la altura de Vilagrassa, en el Urgell.
Además, otro dispositivo en Jorba, en la Anoia, refuerza los controles de velocidad en la autovía que une Lleida y Barcelona, con el objetivo de contener la accidentalidad mortal y reforzar la seguridad vial.
Los radares se mantendrán instalados al menos durante agosto, y en septiembre se decidirá si continúan en estos puntos o se desplazan a otros puntos de la red viaria. Larriba ha destacado que son radares que funcionan de forma autónoma y se pueden dejar "en un punto concreto de la vía sin tenernos que preocupar".
Disponen de sistemas contra actos vandálicos, funcionan con baterías y enlazan telemáticamente con el Servei Català de Trànsit.
REFUERZO DE MOSSOS
Paralelamente, desde el lunes y hasta el domingo, los Mossos d'Esquadra movilizan más agentes de Tráfico en las carreteras de Lleida para hacer controles extraordinarios de velocidad, para tratar de frenar la alta siniestralidad.
Larriba ha detallado que se hacen durante las 24 horas del día --por la mañana, por la tarde y por la noche--, y que han calculado que esta semana harán un 30% más que en una semana ordinaria.