El Departamento de Agricultura ha iniciado las obras del proyecto de regadío de la última fase del canal Algerri-Balaguer, en concreto la que hace referencia a las superficies situadas fuera de la zona ZEPA en el término municipal de Balaguer, una zona regable que es la continuación de las redes de riego del municipio de Castelló de Farfanya. A través de Infraestructuras de la Generalitat, se ha adjudicado la obra a Acsa, Obras e Infraestructuras, SA & Sorigué, SAU (UTE), con una ejecución prevista de 14 meses. El importe total es de 4.699.487,26 euros que permitirán incorporar al riego 792,09 hectáreas correspondientes a 177 propietarios de la capital de la Noguera.
  Los trabajos iniciados ahora se han comenzado marcando la ubicación de los hidrantes que hay en las parcelas de riego para hacer conocedores a los titulares y posteriormente se comenzará las obras de excavación y montaje de las tuberías. Así, las obras son básicamente de instalación de tuberías y de hidrantes de riego que dan y miden el agua servida a las parcelas de manera que los agricultores pueden hacer una gestión eficiente del agua y aplicar las cantidades que necesitan las plantas en el momento en que les hace falta. Asimismo, el hecho de ser un regadío de alta eficiencia y automatizado permite a los regantes gestionarlo de una forma muy eficiente, mejorando así la rentabilidad de las empresas agrarias. El regadío es un elemento esencial para el desarrollo rural de las comarcas de Lleida, y con esta obra correspondiente al último de los tres sectores en que está dividido el proyecto global, y que completará la zona regable del Algerri-Balaguer, se permitirá extender los beneficios de la implantación del regadío en Balaguer; beneficios que ya están experimentando los municipios incluidos en los dos sectores ya transformados: Algerri y Albesa (sector A, con un total de 3.452 hectáreas regables), y Castelló de Farfanya, Menàrguens y Torrelameu (sector B, con 3.100 hectáreas regables), en los que el regadío se ha implantado en los últimos años. El Departamento reafirma una de sus apuestas prioritarias como es el regadío, que no es solamente una herramienta para garantizar la producción agrícola, sino que permite a los territorios de secano disponer de las herramientas necesarios para el desarrollo económico y social, favoreciendo la implantación de otras actividades productivas y generando puestos de trabajo en ámbitos que sufren fuertes problemas de despoblación, contribuyendo así al reequilibrio territorial.
 