Últimamente, el barrio de Cappont, en Lleida, es protagonista en los medios por casos de violencia y delincuencia. El último, y más sonado, el asesinato de un Mosso a manos de su suegro, de 78 años.
Afortunadamente, el caso que nos ocupa no reviste tanta gravedad, pero no es moco de pavo: la noche del lunes se registró una agresión, también en la calle Doctora Castells, en la que un chico de 23 años, aparentemente borracho, le abrió la cabeza a un hombre con un palo.
Todo empezó con una acalorada discusión en plena calle entre el joven ebrio y un hombre. La cosa acabó mal cuando el joven cogió un palo y golpeó al hombre hasta tumbarlo. Una vez en el suelo le continuó propinando golpes en la cabeza al tiempo que gritaba que lo mataría.
Alertados por el alboroto, los vecinos alertaron al 112 y rápidamente se desplazaron frente al número 25 de la calle, patrullas de la Guardia Urbana y los servicios sanitarios del SEM, que practicaron las primeras atenciones a la víctima y lo evacuaron rápidamente al Arnau de Vilanova, donde permanece ingresado debido a la gravedad de las heridas en la cabeza.
El agresor fue detenido por la Guardia Urbana por los delitos de tentativa de homicidio y daños (también reventó a golpes de palo el cristal de un establecimiento cercano).
LA ASOCIACIÓN DE VECINOS PIDE TRANQUILIDAD
Según informa el diario Segre, la presidenta de la asociación de vecinos de Cappont, Veni Ros, quiso hacer un llamamiento a la calma tras los últimos incidentes ocurridos en el barrio.
“Tanto el lamentable suceso del pasado miércoles como el que tuvo lugar el lunes son casos puntuales y aislados que no deben generar alarma entre los vecinos”, explicó Ros tras reunirse con la Guardia Urbana.
“Cappont es un barrio seguro y los vecinos deben estar tranquilos, no hay motivos para el alarmismo”, concluyó Ros.