El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Estaràs, ha participado este sábado en la fiesta del Ranxo de Vilanova de l’Aguda, donde ha destacado que se trata de una tradición que implica a todo el mundo y ayuda a hacer pueblo, a la vez que permite conectar “el pasado y el futuro“.
Riudaüja ha sido recibido en la plaza Major de Vilanova de l’Aguda por la alcaldesa, Carla Mascó; por el presidente del Consejo Comarcal de La Noguera, Miquel Plensa; y por alcaldes de poblaciones vecinas (Maria Casoliva, de Sanaüja, Santi Cisquella, de Oliola, y Lluís Clotet, de Montclar), además de representantes de la corporación municipal y de representantes de diferentes entidades y asociaciones locales.
A continuación han efectuado una visita a las cocineras y las calderas del Rancho, para más adelante acceder al Ayuntamiento, donde Joan Estaràs ha firmado en el Libro de Honor del Ayuntamiento. Al finalizar, han podido disfrutar en el local social de la Comida de Rancho, del que se han servido unas 150 raciones formadas por el rancho, carne de olla del rancho, carne del cerdo hecha a la brasa, ensalada y naranja.
Joan Estaràs ha destacado que tradiciones como la del Ranxo de Vilanova de l’Aguda ayudan a hacer pueblo “más allá de las personas que viven, ya que se convierte en una excusa para regresar, aunque sea un fin de semana, las hijas e hijos que se han metido en otros municipios, pero no pierden sus raíces.”.
Es de este modo, ha añadido el presidente, que “los pueblos rurales garantizan la conexión entre su pasado y el futuro, a través de actividades en las que todo el mundo se implica, desde las casas que ponen las calderas, las personas que cocinan la receta tradicional, las que montan y desmontan mesas y sillas…”, a la vez que también es “una oportunidad para consolidar vínculos con los pueblos vecinos“.
Esta es una de las fiestas más arraigadas del pueblo. Se celebra sin interrupciones desde hace muchos años, como mínimo desde la década de los 40 del siglo pasado, aunque probablemente ya se celebraba antes, siempre en sábado de Carnaval e inicialmente ligado a la matanza del cerdo.
Los gastos del rancho van a cargo del Ayuntamiento, però esta es una fiesta que, a diferencia de otros, se hace pensando sobre todo en una comida de hermandad para los vecinos y amigos de Vilanova de l’Aguda. Toda la elaboración del mondongo y del Rancho está a cargo de los vecinos y vecinas, que también ceden las tres calderas de arameo donde se prepara.