El Museo Tàrrega Urgell exhibe hasta el 2 de marzo una antología retrospectiva dedicada a la pintora Adelina Gaeta Camps (Tàrrega, 1934 – Barcelona, 2023). Se trata de un homenaje póstumo para poner en valor y hacer más visible la obra de la artista targarina, que murió el año pasado a la edad de 89 años. Gaeta desarrolló una trayectoria relevante dentro del campo del dibujo y la pintura, excelente en la temática del retrato.
Paradójicamente, es la primera vez que se expone obra de la autora en Tàrrega. Además, es la primera exposición que se organiza por todo lo alto la muerte de la Adelina. Titulada ‘El retorno de la mirada’, la colección reúne una seguidilla de piezas, en su mayoría retratos si bien el público también podrá descubrir la visión de la pintora hacia la naturaleza, especialmente, las flores, y sus avances hacia formas más abstractas. “La Adelina evoluciona desde el academicismo realista hasta la más elegante y fina abstracción. Toda su obra es elegancia, destreza y sabiduría”, reza el catálogo de la muestra, que ha comisariado Miquel Sauret.
En el transcurso del acto inaugural celebrado hoy, la alcaldesa Alba Pijuan Ha destacado la importancia de acercar por primera vez a su ciudad natal la obra de la Adelina. “Esta exposición supone todo un honor para Tàrrega y a la vez se convierte en una reivindicación de las mujeres en el mundo del arte”, ha manifestado recordando que “es la primera exposición que inauguro en el Museo con obras de una mujer artista”.
Al acto han asistido numerosos familiares de la pintora, encabezados por sus dos hijos, Adelina y Eugeni Egea Gaeta. En este sentido, Eugeni Egea ha explicado que “esta exposición plasma la evolución de la madre como pintora en sus diversas épocas y fases creativas. Ha sido un trabajo importante de recopilación e investigación, y hemos localizado incluso pinturas inéditas nunca exhibidas antes al público”, ha dicho.
Si bien hizo los primeros estudios en Tàrrega, Adelina Gaeta Camps se trasladó pronto a Barcelona con la familia. Cada año, sin embargo, regresaba a su ciudad natal, en Cal Camps de Tàrrega, para pasar los meses de verano. Al fijar su residencia en la Ciudad Condal, tuvo oportunidad de plasmar en el lienzo destacadas personalidades de la cultura y la sociedad barcelonesa. En este género va excelente golpeando el talante de la persona retratada.
De hecho, desde el año 1969 expuso en diferentes salas de Barcelona sus retratos a carbón y al óleo. Uno de sus maestros fue el pintor retratista Víctor Moya. Y de discípulo ocurrió después profesora, ya que en 1974 inauguró su propio estudio, donde se dedicó 35 años a la enseñanza de las bellas artes. Previamente, de 1961 a 1966, se trasladó a Madrid, donde estudió diseño, cerámica y decoración, ampliando conocimientos sobre la historia del arte.
En el acto de hoy también han participado Oriol Saula, director técnico del Museo Tàrrega Urgell, y Miquel Sauret, comisario de la muestra.