Este jueves, una mujer ha comparecido ante la Audiencia de Lleida para relatar los abusos sexuales que afirma haber sufrido por parte de la expareja de su madre durante más de una década.
Según ha relatado, los hechos comenzaron en el año 2003, cuando ella tenía 7 años y el hombre comenzó a mostrarle o hacerle tocar su pene en el piso donde vivían en Lleida.
“Pasaba cada día y me recuerdo de todo”, ha dicho la joven, que también ha relatado que desde los 12 años hasta los 18 sufrió varias violaciones por parte del hombre, que niega los hechos.
Relato de los hechos
La joven ha detallado cómo el acusado comenzó a abusar de ella en el piso donde vivían en Lleida.
“Estábamos en casa de la madre, él estaba jugando en la PlayStation y me pidió que me sentara. Entonces, noté su pene y me apartó, pero me dijo ahora tú te sentí aquí porque quiero”, ha relatado con la protección de una mampara.
Según su testimonio, estos incidentes se convirtieron en una rutina diaria, con el hombre obligándola a masturbarlo y a ver vídeos de contenido sexual.
Cuando cumplió 12 años, los abusos se intensificaron.
“Cambió porque él pensaba que yo ya tenía relaciones sexuales. Un día me hizo subir a la habitación de mi madre y me tiró encima de la cama. Me quitó la ropa de la parte de abajo y me penetró”, ha declarado la joven.
Los abusos continuaron hasta 2013, cuando ella alcanzó la mayoría de edad.
Más tarde, la denunciante comenzó a salir con un hombre y se quedó embarazada en el año 2018.
Sin embargo, el acusado, según ha dicho, la continuaba “acosando” y sufría para que a su hija “no le hiciera lo mismo”.
La decisión de denunciar
Tras años de silencio, la mujer decidió denunciar los hechos en 2021, tras convertirse en madre.
Ha explicado que no lo hizo antes por miedo y porque pensaba que nadie la creería.
“No quiero ninguna indemnización, quiero ser la última a quien le haga eso“, ha manifestado ante el tribunal.
El día que finalmente decidió revelar los hechos fue el 28 de noviembre de 2021, durante una reunión familiar en el piso de su madre donde también estaba presente el acusado.
Según su relato, tras acusarlo directamente, el hombre admitió los hechos ante los presentes.
Reacciones
El abuelo, la madre y la pareja de la denunciante han testificado corroborando el relato de la joven.
Han afirmado que el acusado aceptó las acusaciones con un tono “arrogante” y “sin arrepentirse”.
La madre ha admitido que en alguna ocasión su hija le había insinuado algo sobre los abusos, pero nunca se habría imaginado el alcance de los hechos.
Ha lamentado que durante aquellos años pasaba muy poco rato en casa debido a sus obligaciones laborales.
Por su parte, el acusado ha negado categóricamente los hechos durante el juicio.
Ha declarado que se marchaba voluntariamente del domicilio porque las acusaciones eran falsas y ha afirmado: “Se me está condenando por algo que no he hecho”.
La Fiscalía acusa al hombre de un delito continuado de abuso sexual con agravante de superioridad y solicita una condena de 12 años de prisión.
El fiscal ha destacado que el testimonio de la víctima es consistente y detallado, cumpliendo con todos los requisitos para considerarlo veraz.
El caso continúa abierto mientras el tribunal evalúa las pruebas presentadas por ambas partes.