Las multinacionales tecnológicas CISCO y Datacom.Global han dado por finalizada la prueba piloto que se ha realizado en nueve usuarios de ACUDAM para, a través de una plataforma creada por la primera y aprovisionada por la segunda, fomentar su autonomía relacional y la inclusión en el entorno social. Lo han hecho haciendo valer que el éxito de la prueba les ha llevado a exportar la interfaz utilizada a la ciudad canadiense de Toronto para impulsar un proyecto con niños autistas ya otros dos proyectos en la ciudad inglesa de Manchester en este caso relacionados con personas mayores , según han confirmado Xavier Azemar, jefe del Centre de Innovación de Barcelona de CISCO , y Luís Ros, responsable del proyecto en Datacom.Global .
Así lo han dado a conocer esta mañana con el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, acompañado por la concejala de Acción Social y Comunitaria, Anna Carné; y junto a Irene Solsona, directora de las viviendas de ACUDAM y Esther Ros, directora del Servicio de Terapia Ocupacional de ACUDAM en la presentación del balance de la iniciativa, incluida en la estrategia Mollerussa SmartLab promovida desde el Ayuntamiento de Mollerussa para ofrecer un entorno real para testar tecnología que aporte soluciones a la vida en la ciudad. El alcalde se ha mostrado satisfecho por los buenos resultados de la iniciativa que tendrá continuidad en cuatro de los nueve usuarios y ha destacado el hecho de que “no se trate sólo de un proyecto local sino que tiene una dimensión global que supera a Mollerussa, la que ha sido el banco de prácticas para otras experiencias”.
Los resultados de la prueba, que se ha realizado con cinco residentes en el hogar-residencia de Acudam y cuatro que viven en su casa, pero que utilizan los servicios de terapia ocupacional de la entidad , todos de entre 48 y 77 años, también han puesto de manifiesto que “ni la edad ni el nivel intelectual condicionan su uso porque es muy fácil” sino que lo que más influye es el carácter extrovertido de la persona y el vínculo familiar que tiene, según ha indicado Ester Ros, quien ha asegurado que también han constatado que de los tres ámbitos en los que se había favorecido el uso de este dispositivo el que más éxito ha obtenido ha sido el de las reuniones internas entre los propios usuarios y las llamadas a la familia mientras que la participación en actividades no ha tenido éxito, ya que preferían participar presencialmente.
La prueba piloto ha constado de cuatro fases desde febrero en que se dio el pistoletazo de salida con el diseño hasta llegar a la última fase a partir de agosto y hasta diciembre en la que siete de los nueve participantes en el proyecto han logrado utilizar el dispositivo de forma autónoma mientras que los otros dos abandonaron, ya que no pudieron usarlo sin el apoyo de profesionales, según explicó Irene Solsona.