“No se mató a un policía de miras”. Con estas palabras ha definido hoy el portavoz del sindicato FEPOL, Toni Castejón, la agresión que sufrieron seis agentes de los Mossos d’Esquadra en los incidentes del pasado domingo por la noche en el barrio de La Mariola de Lleida. Unas 300 personas se han manifestado este lunes ante la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Lleida para denunciar un incremento de las agresiones contra los policías.
Todos los sindicatos policiales han apoyado la protesta, en la que han exigido más medios, cambios legislativos para endurecer las condenas a los agresores y más apoyo por parte de la cúpula de los Mossos d’Esquadra y del departamento de Interior. Durante el acto, los concentrados también han pedido la dimisión del jefe de la ABP del Segrià, Xavier Ribelles, y han vertido líquido rojo en el suelo al grito de “no más sangre”. La manifestación ha sido impulsada por CCOO con el apoyo de otros sindicatos policiales.


Desde el sindicato FEPOL, el portavoz Toni Castejón ha asegurado en los micrófonos de LaCiudad que “lo que sucedió en Lleida fue muy grave y no se mató a un policía de miras. Fueron agresiones brutales y no son hechos aislados porque eso está sucediendo demasiado a menudo en otras ciudades, y estamos absolutamente desprotegidos a nivel de defensa jurídica, de unas leyes que tenemos con penas irrisorias y sobre todo pedimos que haya un cambio a partir de ahí”.
En este sentido, ha dado un mensaje “contundente por fiscalía, juzgados y mandos porque viendo el panorama tenemos que valorar nuestra seguridad, pero sobre todo la firmeza tiene que ser de nivel jurídico y de decir, si se toca un policía, tiene que haber consecuencias”.
Respecto a los compañeros heridos, han asegurado que “se están recuperando, sufrieron heridas muy graves y sobre todo cuando tienes una situación traumática como esta veremos cuánto tardan en recuperarse y poder volver”. En este sentido, los sindicatos reclaman “una contundencia que ahora no tenemos”.
Como ejemplo de esta desprotección policial, se ha expuesto otro caso de este fin de semana donde un agente perdió uno de sus dedos del pie tras una pelea en Cerdanyola del Vallès. “Este agresor venía de otra detención y acabó con un dedo amputado de un compañero y ahora ya está en la calle. De esta manera das un mensaje que golpear a un policía no tiene consecuencias, pero si este hombre agrede a una niña o a un hombre, ¿de quién es la responsabilidad? Este sistema no protege a la policía, pero también está dejando a la gente desamparada”, ha dicho Castejón.



- FOTO: D.H. / CCOO ha sido la que impulsó la manifestación