La diputada de Igualdad de la Diputación de Lleida, Sandra Marco, instó ayer a los historiadores a “introducir la mirada feminista, la mirada de quien se rebela contra lo que se ha hecho siempre, para poder encontrar formas más inclusivas de interpretar las señales que nos han llegado del pasado y poner en su verdadero lugar, en el siglo XXI, el papel de la mujer a lo largo de nuestra historia”.
Con este mensaje, Marco participó en la inauguración del XXVII Curso de Verano de la Cátedra de Estudios Medievales del Condado de Urgell, celebrado en el Consejo Comarcal de La Noguera.
En el acto inaugural participaron también Miquel Plensa, presidente del Consejo Comarcal de La Noguera; Flocel Sabaté, catedrático de Historia Medieval de la Ría; Maite Pedrol, directora del Archivo Comarcal de La Noguera; Ángel Alonso, vicerrectora de Investigación de la FGSHSCSP; Joaquim Borràs, subdirector general de Archivos y Gestión Documental del Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña; y Lorena González, paera jefe de la Paeria de Balaguer.
El XXVII Curso de Verano de la Cátedra de Estudios Medievales del Condado de Urgell, que se desarrolla en Balaguer hasta el viernes 10 de mayo, lleva por el título “Género y feminismo. Balance historiográfico y nuevos retos”.
Por esta razón, la diputada de Igualdad recordó que “lo que nos ha llegado a la inmensa mayoría de la gente es que la mujer, en aquella época, quedaba en un segundo plano, dedicada a su hogar, a los mercados y como objeto de los enamoramientos más o menos románticos. Era aquel un mundo, en tanto que violento y convulso, dominado por las pulsiones masculinas… Pero, paradójicamente, tanta guerra, tanta campaña bélica, al final dejaba a las mujeres y las criaturas el papel fundamental de cuidar y mantener vivas las poblaciones”.
Marco puso énfasis en que “el feminismo ha catalizado todos los movimientos de avance social, ha sido el punto diferenciador en la lucha por los derechos sociales y la liberación de los colectivos oprimidos”, razón por la que se ha mostrado convencida de que “antes de que se le pusiera el nombre de ‘feminismo’ eran mujeres las que impulsaban los movimientos de rebeldía contra lo que se llamaba el estado natural de las cosas”. Por esta razón, “ahora sabemos que lo que movía la persecución contra las brujas era precisamente el intento de silenciar pequeños movimientos de rebeldía en los pueblos, y que eran perseguidas por ser mujeres que no se acontecían con un papel subsidiario en una sociedad de hombres”.
Finalmente, Sandra Marco instó a los estudiosos participantes en la cátedra a “sin retar vuestra competencia y solvencia científica de historiadores, sí me gustaría haceros llegar la necesidad de introducir la mirada feminista”, y “analizar los criterios con los que hasta ahora se ha interpretado nuestro pasado, criterios en los que la mujer ha mantenido siempre un papel muy secundario y que, quizás, no acaba de reflejar una realidad a la que solo llegamos desde la aproximación que hacemos a la actualidad”.