El Aula Magna del Instituto de Estudios Ilerdenses acogió ayer la presentación oficial de la Asociación Long Covid Lleida, una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo brindar apoyo a las personas que padecen síntomas prolongados de la Covid-19.
El acto contó con la participación del diputado de Salud Pública y Deportes, Óscar Martínez, que estuvo acompanado por el vicepresidente de la Diputación de Lleida, Agustí Jiménez. También participaron el subdelegado del Gobierno español en Lleida, José Crespín; la concejala delegada de Salud del Ayuntamiento de Lleida, Anna Miranda; y el presidente de la asociación, Joan Juncosa.
Durante el acto de ayer, los responsables de la asociación dieron a conocer su misión, objetivos y actividades destinadas a apoyar a las personas afectadas, discutiendo el impacto del Long Covid en nuestra comunidad y explorando las vías de colaboración para abordar este desafío de manera integral.
Cabe recordar que en el año 2021, tal y como explicó Óscar Martínez en su intervención, tras la primera pandemia mundial sin precedentes tuvieron lugar una serie de consecuencias no previstas, no deseadas y no imaginadas a todos los niveles.
Una de las más abrumadoras fue el descubrimiento de que, en el 10% de la población que había sufrido la infección, los síntomas de la Covid perduraban durante semanas y meses. con una tendencia a la cronificación y a la expansión a otros órganos y sistemas corporales, convirtiéndose en una enfermedad crónica y sistémica. Eso es lo que, en un acuerdo improvisado, se decidió llamar Covid Persistente, o Long Covid de manera más internacional. Este 10% afectado, continúa sufriendo diferentes síntomas durante meses e incluso años después de la infección, y de los que aún se desconoce su desenlace.
Martínez comentó también que la OMS reconoció esta enfermedad en el año 2021 definiendo oficialmente su patología, y expresó la necesidad de que, la totalidad de las instituciones implicadas, unan esfuerzos de cara a apoyar a quienes la padecen.
De entrada, la población que sufre este síndrome tiene unas limitaciones físicas y psíquicas de una magnitud que les hace imposible una vida normal. Ello implica, en la mayoría de casos, unas grandes dificultades para llevar a cabo la vida con los elementos de nuestro bienestar social, lo cual es, en definitiva, un reto al nivel laboral tal como lo hacía antes de la infección.
A nadie se le escapa que asistir a esta población en sus necesidades tal y como es la obligación de cualquier sociedad que se pretenda civilizada, supone un varapalo económico difícil de asumir sin renunciar probablemente a otros elementos de nuestro bienestar social, lo que es, en definitiva, un reto al nivel de solidaridad que somos capaces de alcanzar como sociedad.
Ante estos retos y dificultades la opción más fácil era la negación y la invisibilización. Y así, la palabra Covid ha ido desapareciendo poco a poco de los diccionarios y en las telenovelas se habla de “síndromes respiratorios”, mientras que los síntomas de la Covid persistente se tratan de meter al gran cajón de sastre de las enfermedades de un bochornoso origen psíquico, como la fatiga crónica, rompiendo la unidad de una enfermedad en los pedazos sin sentido de sus síntomas aislados.
Ante este evidente proceso de invisibilización del Long Covid, esta asociación nace con el objetivo fundamental de hacerlo visible como una unidad con una entidad nosológica propia que, por suerte, sí hay una buena parte de la investigación médica de alto nivel que defiende ateniéndose a la experiencia, más allá de presiones políticas o de lobbies de intereses.