Los Agentes Rurales han constatado en los últimos años el incremento de aves protegidas muertas en la demarcación de Lleida a causa de rodenticidas.
Actualmente investigan la muerte por presunto envenenamiento de 17 ejemplares de especies protegidas durante 2024, entre las que se destaca el milano real, especie en peligro de extinción. De hecho, este pájaro rapaz es la especie más afectada por los rodenticidas en las comarcas de Poniente, con 10 muertes confirmadas en los últimos tres años. A raíz de ello, el cuerpo ha intensificado las actuaciones para luchar contra el uso de venenos prohibidos en el medio natural y remarca que hay que hacer pedagogía para que la ciudadanía aprenda a hacer un buen uso de estos productos. También preparan una campaña de sensibilización para el otoño.
El Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo (GEVA) de los Agentes Rurales en las comarcas de Poniente ha detectado un incremento de las muertes de fauna salvaje por una mala aplicación de venenos a partir del año 2020, una fecha que coincide con el aumento descontrolado de la población de conejos en varias zonas que ha provocado daños importantes a los cultivos.
El problema es que hay gente que utiliza estos productos en los campos y en espacios al aire libre para luchar contra plagas de conejos o ratas sin tener en cuenta que una vez que el animal muere, el veneno puede entrar dentro de la cadena alimentaria y causar la muerte a las aves rapaces que se alimentan de estos roedores.
Por ello, los Agentes Rurales insisten en que hay que hacer pedagogía para que la ciudadanía sepa que la aplicación de rodenticidas prohibidos en el medio natural es “una de las primeras causas del deterioro de la biodiversidad”. Así lo ha explicado a la ACN el subinspector del cuerpo Lluís Pallarès, que ha añadido que pasado el verano se prevé llevar a cabo una campaña especialmente centrada en favorecer el buen uso de estos productos.
El coste está investigando las muertes por presunto envenenamiento de 17 ejemplares de especies protegidas este 2024. Son animales que los agentes han recuperado durante las búsquedas en las zonas donde detectan más presencia de ejemplares de milano real o a través de llamadas de ciudadanos alertando del alivio de animales muertos.
Una vez detectado un ejemplar muerto por presunto envenenamiento, los agentes del GEVA y del Grupo Especial Canino se desplazan hasta el lugar para recuperar el cadáver y retirar los cebos, que posteriormente envían al laboratorio para poder determinar la causa de la muerte del animal.
El uso de venenos en el medio natural puede conllevar penas de prisión de 4 meses a 2 años, además de sanciones económicas. Desde el año 2014, cuando el cuerpo de Agentes Rurales intensificó este tipo de investigación, se han realizado 25 atestados por esta causa. Por otra parte, desde el año 2005 se han producido 25 sentencias condenatorias en toda Cataluña, con un total de 38 personas condenadas.