L’alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, acompañado de la concejala de Promoción de la Ciudad, Pilar Bosch, presidió ayer la reunión de constitución del grupo de trabajo de pericia en alimentación y gastronomía en el marco de la participación de Lleida en el proyecto Cataluña Región Mundial de la Gastronomía 2025. En el encuentro participaron 25 representantes que intervienen directamente en la cadena de valor de la restauración, la gastronomía y de la industria turística en Lleida. A la reunión se invitó a empresas de producción de los alimentos, al sector de la innovación y transformación alimentaria, sector turístico, agentes que generan valor añadido a los alimentos, ente de promoción y marketing de los alimentos, referentes en investigación y tecnología, creadores de opinión, etc.
En una sesión abierta en la que el debate fue el hilo conductor, profesionales de la restauración, productores, cooperativas, hostelería, empresas, tecnología, innovación e investigación fueron desgranando la dureza del momento que vive el sector agroalimentario para convenir en la oportunidad que representa el proyecto de Cataluña Región Mundial de la Gastronomía 2025, (CRGM 2025), y la necesidad de situar Lleida como punto de referencia.
El alcalde, que explicó que el grupo de trabajo “es el ejemplo de una nueva gobernanza en clave de promoción turística para sacar adelante un proyecto común”, fue recogiendo las ideas fuerza, las valoraciones y las propuestas para determinar una primera conclusión que se concreta en la “excelencia de los productos de proximidad” como rasgo identitario de Lleida.
En el transcurso de la reunión, Turismo de Mérida presentó una propuesta de acciones participativas promocionales que se están trabajando para programarlas en el marco de la Región Mundial de la Gastronomía. Entre ellas, un picnic en los Campos Elíseos abierto a toda la ciudadanía y al turismo en el que se dé visibilidad al alto valor de Lleida en todos los sectores gastronómicos. También actividades de diferentes formatos para recuperar recetarios ancestrales y actualizarlo en manos de las nuevas creadoras y creadores gastronómicos, actividades que conecten la cocina con la cultura, el medio ambiente o bienes intangibles como la promoción del garrotín y otras iniciativas para potenciar los productos identitarios de Lleida, desde el aceite, el vino, la carne de cerdo, los caracoles, la fruta o incluso la cocina de la brasa como elemento singular a recuperar.
El alcalde habló de necesidad de autoestima, también en términos de producto y alimentación, en un momento de cambio de modelo.
El grupo de trabajo de pericia en alimentación y gastronomía empieza a trabajar desde ahora y con Turismo de Lleida una agenda de actos y un programa de propuestas y aportaciones que se planificarán y se irán haciendo públicas a medida que se vayan incluyendo en el proyecto ‘Cataluña Región Mundial de la Gastronomía 2025’.