El Ayuntamiento de Les Borges Blanques se opone a la propuesta del gobierno español de construir una nueva carretera para conectar la AP-2 con la N-240 y convertir parte de la N240 en una autovía.
Señalan que con la eliminación de los peajes en la autopista, el tráfico en la N-240 ha registrado un “fuerte descenso” y que, por tanto, el planteamiento del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible es innecesario y “propio de tiempos pasados y altamente costoso”. Insinúan que la solución se ha redactado de cara al futuro polígono de Torreblanca-Quatre Pilans y defienden que la mejor propuesta pasa por hacer una carretera a Artesa de Lleida que conecte las dos vías. El estudio provisional se publicó el 28 de junio en el BOE y está en periodo de exposición pública.
El consistorio borgense dice que el tráfico en la N-240 se ha reducido notablemente desde la supresión de los peajes en la AP-2 y que, por tanto, “no acepta” que el gobierno español reclame un desdoblamiento de la vía “en nombre de la fluidez o de la siniestralidad”.
En cambio, se muestra “sorprendido” que el estudio informativo para mejorar la N-240 haya analizado 15 propuestas y que ninguna de ellas sea la construcción de una conexión a la autopista a Artesa de Lleida, como se planteó en 2007 en el Plan Territorial Parcial de Ponent aprobado por la Generalitat. “Nos preguntamos qué manera de hacer las cosas es la que evalúa hasta 15 alternativas y ninguna de ellas es la que varios sectores se pusieron de acuerdo en su día para el futuro que venía, que es ahora”, ha criticado el consistorio.
La propuesta de 2007 planteaba una vía que uniera la autopista AP-2 a la altura de Artesa de Lleida hasta Els Alamús, en la LL-11 y la autovía A-2, con la posibilidad de conectar con la C-13 en Alcoletge. El gobierno municipal considera esta alternativa la más válida ya que conectaría la AP-2 y la A-2 construyendo una docena de kilómetros en lugar de los casi 20 que propuesta el estudio de Transportes.
También aprovecharía el enlace de la AP-2 en Artesa que ya prevé el ministerio y pasaría justo al lado del futuro polígono de Torreblanca-Cuatro Pilans, así como de otros polígonos de la ciudad. Además, argumenta que sería una solución más económica que los 112 millones de euros que costaría la propuesta del Estado.
Por su parte, el subdelegado del gobierno español en Lleida, José Crespín, se reúne estos días con los alcaldes de los municipios situados en torno a la N-240 para analizar los detalles del estudio informativo que el ministerio hizo público el 19 de junio. Ya se ha reunido con los alcaldes de Les Borges Blanques y Juneda, y este miércoles lo ha hecho con la alcaldesa de Torregrossa, Maribel Zamora.
Crespín ha informado de que el 28 de junio el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el anuncio del estudio informativo y de impacto ambiental del proyecto, un estudio aún provisional, con el que se inicia el periodo de exposición publica y presentación de alegaciones durante 30 días hábiles.
El subdelegado ha insistido en que después de muchos años de espera y reivindicaciones del territorio, es la primera vez que se pone sobre la mesa un proyecto destinado a incrementar la capacidad de circulación de la vía y a dotarla de más seguridad”, y ha señalado que “si es cierto que a raíz de la supresión de peajes en la AP-2 ha bajado el tráfico diario en esta carretera, también lo es el hecho de que entre Lleida y Les Borges continúa regultándose un volumen relevante de tráfico ya que es muy utilizada por los vecinos de los municipios que se sitúan a su alrededor, así como por el tejido empresarial de toda esta zona”.
La propuesta seleccionada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, entre la quincena de propuestas analizadas, prevé la construcción de un primer tramo con una longitud de 11 kilómetros de trazado para conectar la AP-2, justo después del enlace actual de Les Borges Blanques, con la N-240, hasta la rotonda de Margalef con una carretera 2+1, es decir, un carril para cada sentido de circulación y uno central destinado a los adelantamientos. En cuanto al tramo desde Margalef a Lleida, el estudio prevé la construcción de cuatro carriles, dos por cada sentido de circulación, en una longitud de 8,5 kilómetros. Subdelegaci