El diputado del Área de Medio Ambiente, Fermí Masot, participó ayer por la mañana en Verdú en la jornada ‘Retos y realidades de la escuela rural de las comarcas de Lleida’, donde reivindicó la escuela rural “como un activo para favorecer el arraigo en los pueblos y garantizar la cohesión social y la igualdad de oportunidades”.
En este sentido, Masot manifestó que “desde la Diputación de Lleida, compartimos la defensa por la escuela rural, una apuesta clave en términos de calidad inclusiva y de equilibrio territorial, y que pasa por no cerrar ninguna escuela de pequeños municipios, teniendo en cuenta el riesgo de despoblamiento”. Además, también destacó la campaña de ‘Pueblo Pequeño, Gran Vida’, que pretende impulsar el repoblamiento y explicar las ventajas de vivir en un entorno rural en la demarcación de Lleida.
El director de la Cátedra de Estudios Socioeconómicos y Despoblamiento del Territorio de Lleida de la FGSHSCSP, remachó que “la escuela rural da vida, crea relaciones y cuando desaparece, deja un vacío inmenso. Valoramos realmente el hecho de tener una escuela rural en los municipios, porque la escuela es un vector muy importante que da vida al pueblo”.
La jornada contó con un debate a dos entre Josep Lluís Tous, maestro de Verdú y Toni Comajoan, coordinador del Secretariado de Escuela Rural de Cataluña; y una mesa redonda con Sònia Fernández, representante de los directores de escuela de Lleida; Paqui Galeote, presidenta del movimiento de renovación pedagógica del Pirineo; Carles Roura, del departamento de Educación; Sílvia Romero, delegada del Gobierno en L’Alt Pirineu i Aran y Mario Urrea, alcalde de Solivella y coordinador de la sectorial de educación de la Asociación de Micropueblos.