La Audiencia de Lleida juzga a un psiquiatra acusado de estafar y quedarse patrimonio de una persona que estuvo ingresada en su clínica en la capital del Segrià. El acusado, que ha declarado el último y solo a preguntas de su defensa, ha dicho que el paciente contrajo una deuda elevada por los servicios. Ha añadido que se firmó ante notario un contrato vitalicio por el que el paciente, a iniciativa de su familia, le cedió la propiedad de una finca y la entrega de su pensión a cambio de que asumiera la totalidad de los gastos en la clínica. La fiscalía considera que el psiquiatra se aprovechó de la confianza generada para acceder al dinero y patrimonio del hombre. Pide una condena de 8 años de prisión.
Los hechos juzgados este miércoles en la Audiencia de Lleida tuvieron lugar a partir del año 2010, cuando la clínica comunicó a los hermanos del paciente la deuda acumulada por los servicios prestados. Los familiares llegaron a un acuerdo mediante el cual el centro se haría cargo de los gastos del hermano ingresado hasta que falleciera y, a cambio, le cederían un piso valorado en unos 176.000 euros así como la pensión que recibía la persona ingresada, con una afectación psíquica del 66% en el momento de los hechos y que falleció en el año 2015.
Con todo, se firmó el acuerdo vitalicio ante notario, quien ha asegurado durante la vista que detalló al paciente el contenido y significado del documento y que la escritura presentaba “todo lo necesario” para sacarla adelante. En este sentido, uno de los hermanos de la familia ha afirmado que “no puede haber ningún engaño porque la propuesta la vamos a hacer nosotros”, lo que ha ratificado también un sobrino del paciente. El psiquiatra era el máximo responsable de la clínica en ese momento.
Sin embargo, un agente de la Guardia Civil ha explicado que iniciaron la investigación a raíz de otro caso prácticamente idéntico en la clínica, del que el psiquiatra estuvo acusado y después absuelto en 2023. El agente ha detallado que en esta ocasión indagaron sobre el valor de la finca cedida, que podría ser mayor a lo fijado, y otras circunstancias como que la deuda contraída por el hombre se fijó como “pago dudoso”, a pesar del acuerdo con la familia.
Por su parte, la fiscalía considera que el psiquiatra se aprovechó de la confianza del paciente y de la de sus familiares para conseguir la propiedad y el dinero. Le pide 8 años de prisión por un delito de estafa y un delito continuado de apropiación indebida.
