Coincidiendo con el inicio de la campaña de la pera limonera y con la época más calurosa en el campo, investigadoras del proyecto Abordaje interdisciplinario para mitigar la deshidratación producida por las olas de calor en las personas vulnerables de las tierras de Lleida (HIDROPONENT) hace varios días que están en una finca agrícola de Térmens con la monitorización y recogida de datos del estado de deshidratación y el estrés por el calor de temporeros agrícolas.
Así lo ha explicado una de las investigadoras del proyecto Hidroponent, Judith Roca, acompañada de otras investigadoras del proyecto y profesoras de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia, así como Jaume Gardeñes, el propietario de la finca donde se lleva a cabo el estudio y responsable de Fruta dulce de Unió de Pagesos.
El proyecto Hidroponente pretende incidir en el problema de la deshidratación ante las olas de calor y el incremento progresivo de la temperatura provocados por el cambio climático a través del control de la hidratación de las personas vulnerables de la provincia de Lleida.
Un proyecto que ha desarrollado el autor y fundador de la empresa hDrop Technologies Inc., Adrià Abella Villafranca, un ingeniero mecánica de 28 años de Lleida.

Este estudio pionero analiza el estado de deshidratación de los temporeros a través de un dispositivo electrónico en forma de pulsera y que llevan pegado a su brazo durante toda su jornada laboral.
En este caso, se analiza un grupo de 10 temporeros subsaharianos en la finca agrícola en Térmens durante sus 4 horas, de las 15.00 horas hasta las 19.00 horas.
El objetivo final de este proyecto es crear unas recomendaciones que sean aplicables no sólo a los temporeros, sino en otras personas que trabajan en estas condiciones de máximo calor y al aire libre.
“En este momento estamos en un momento de recogida de datos basales. Nosotros lo que hacemos es recoger datos sobre la hidratación y el riesgo de deshidratación con personas temporeras, pero sin modificar ninguna variable para que luego podamos hacer una intervención totalmente adaptada y valorarla”, ha explicado la investigadora.
A través de este dispositivo electrónico, se recogen datos con parámetros biomédicos como la temperatura corporal, la tensión arterial, la frecuencia cardíaca, el peso corporal y permiten saber en tiempo real el sudor que pierden, es decir, el agua y los electrólitos (sodio y cloruros).

“Es una manera de saber el estado de los lóquidos y de los electrólitos, y las recomendaciones que hacemos pueden ser adaptadas. Cuando tengamos los resultados quizás nos encontremos que la pauta que siguen estas personas no es correcta, y deberían hacer una pauta más adaptada con unos horarios; eso es lo que esperamos con nuestro resultado”, ha explicado Judith Roca.
Es por ello que hasta ahora el estudio no modifica ninguna variable, sino que se dedica a recoger los datos de en qué estado trabajan estas personas, ya que “si ahora les hiciéramos recomendaciones no saldría el estudio como nosotros esperamos, porque estaríamos modificando las variables.
Obviamente, si detectamos que hay una presión muy baja, sí le decimos al usuario”.
Ahora, la idea es coger estos datos durante los 15 días que durará el estudio, hasta el 2 de agosto, que es cuando los temporeros marcharán de esta finca, y posteriormente las investigadoras tendrán unos meses para elaborar las intervenciones. “La idea es la próxima campaña de la fruta, aparte de hacer difusión a instituciones, validarlo a ver si realmente nuestras recomendaciones tienen impacto”.
Por otro lado, la investigadora del proyecto Tania Cemeli ha dado más detalles y ha mostrado esta pulsera de monitorización para los temporeros.

“Queremos destacar que se trata de un sensor que no es invasivo, es una pulsera, un dispositivo electrónico que lo ponemos en el brazo y no hay ningún pinchazo ni se debe sacar ningún líquido corporal, es un sensor que detecta el sudor y la cantidad de agua que pierde la persona, y también detecta la cantidad de electrolitos que está perdiendo durante el tiempo acumulado”.
Este sensor está desarrollado por la empresa hdroptech y es el mismo que se utiliza para tests deportivos para la deshidratación de deportistas de élite.
El proyecto de Hidroponente está formado por tres paquetes de trabajo, uno que se realiza con adultos mayores en la residencia del barrio de Balàfia de Lleida; otro a niños en las escuelas; y lo que se ha explicado hoy en Térmens para temporeros.