Preocupación en El Guingueta, municipio de Les Garrigues, después de que esta misma semana se iniciara la liquidación por cierre de la única tienda de víveres del pueblo. Las tiendas de los pueblos más pequeños cierran y es una preocupación general que afecta a muchos pueblos del territorio leridano porque con el cierre del comercio local se debilita la economía del pueblo.
Es el caso de la histórica Cooperativa Agrícola del Carrilet, que desde hace años se utiliza como una ‘minitienda’ de víveres con productos diversos y de la que hasta ahora se encargaban unos propietarios que hace tiempo avisaban de que habían decidido cerrar sus puertas por motivos personales y de salud, ya que no podían combinar este comercio con otra tienda que tienen en Juncosa, de donde son originarios.
Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento de El Guingueta tiene la voluntad de encontrar un relevo que mantenga este establecimiento histórico, ya que es la única tienda donde puede ir a comprar la gente del pueblo. Aparte de esta, el concejo también cuenta con la pastelería El deseo más dulce y con un bar que se encuentra justo al lado del Ayuntamiento bajo el nombre “BAR CASAL EL SOLERÀS”.
Tal y como informa el medio SomGarrigues, la tienda de víveres de El Guingueta inició este lunes un periodo de liquidación de todo su stock antes del cierre, que se espera que tenga lugar durante las próximas semanas. Aunque todavía no hay fecha oficial para el cierre definitivo, el Ayuntamiento ha mantenido contactos con cadenas de supermercados y otros agentes para que den relieve al comercio y que el pueblo no se quede sin un punto de venta de víveres.
El alcalde de El Guineva, Manel Marsan, mostraba su interés por que la tienda continúe en marcha y confían en encontrar un nuevo encargado. La Cooperativa, que es propietaria del espacio, afirma que ofrece el local a un precio muy bajo.
El Carrilet, un municipio con una población de 317 habitantes según datos del Idescat en el año 2024, acusa una pérdida significativa de población en los últimos años. Con el objetivo de evitar la pérdida de población joven y frenar el declive demográfico, se propone la creación de vivienda social para jóvenes, como medida para dar respuesta a las necesidades de vivienda transitoria de alquiler y fomentar el arraigo en el territorio. Prueba de ello es la rehabilitación de la antigua casa del médico que se reconvertirá en dos pisos de alquiler social para jóvenes.
La Cooperativa
La Cooperativa Agrícola del Carrilet fue fundada en el año 1919 para solucionar los problemas de los bajos precios, siempre ligados a intereses de terceros, que obtenían los campesinos al vender sus aceitunas. La primera fábrica de aceite, propiamente dicha, comenzó a funcionar durante la campaña 1920-21, bajo la presidencia de Joan Tamarit Guiu.
El edificio novecentista, incluido en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, obra del entonces joven arquitecto de veintinueve años Cèsar Martinell i Brunet. Es de planta rectangular, estaba destinado a molino de aceite y alojaba seis prensas. Está hecho con ladrillo rebozado y piedra vista para los lugares más destacados y baldosa, casi como motivos decorativos. Lo más característico del edificio son los grandes ventanales alargados en arco de medio punto, divididos por pilares e impostas, y las líneas ondulantes del coronamiento de la fachada. En la actualidad ocupa una superficie de unos 1500 m², repartida en dos plantas de un solo bloque. En la planta baja está la fábrica del aceite, la zona dedicada a la disgregación y desecación de orujo, la sala de extracción de aceites, un generador de vapor, almacenes de orujo, de expedición, una sala de envasado, de infiernos. En el primer piso está el almacén, la recepción, los servicios, los vestuarios, la sala de productos fitosanitarios y las oficinas.
Los Carrilet y Castelldans también cierran tiendas
A principios de enero la única tienda de víveres que había en Los Carriletes, Ca la Mireia, también cerró sus puertas. El aumento de los gastos y el descenso de la clientela fueron uno de los principales motivos para bajar la persiana.
También en Castelldans, la tienda de víveres La Despensa, con más de diez años de trayectoria, cerró antes de finalizar el año.
Estas tiendas acostumbran a ser pequeñas pero hacen un gran trabajo. La tienda del pueblo es un punto de encuentro para los vecinos y de información turística para los visitantes. Algunas siguen abiertas más para ofrecer un servicio público a sus vecinos que por la rentabilidad del negocio, sobre todo por aquellos habitantes que lo tienen difícil para coger el coche para ir a comprar a la capital.