jueves, 4 de julio de 2024
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Desarticulan un ‘hub’ logístico de marihuana en Lleida a raíz de un secuestro derivado de un narcoasalto

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Los Mossos han desarticulado un ‘hub’ logístico de marihuana en Lleida a raíz de un secuestro derivado de un narcoasalto que tuvo lugar en una de las naves que gestionaba la presunta organización criminal. La operación policial ha tenido lugar este martes 28 de mayo y ha supuesto la detención de ocho personas, cinco hombres y tres mujeres, de entre 24 y 51 años. También se han decomisado 393 kilos de marihuana entre el martes y dos acciones anteriores dentro del mismo dispositivo, valorados en 2,5 millones de euros en el mercado ilícito catalán. La cifra, afirman los Mossos, se puede duplicar o triplicar en el mercado ilícito europeo. La policía atribuye a los detenidos delitos contra la salud pública, organización criminal, secuestro, lesiones y robo violento.

El día 28, varias unidades de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, tanto centrales como territoriales, desmantelaron el presunto entramado delictivo y detuvieron a los supuestos autores de un secuestro. Además intervinieron 278 kilos de cabello de marihuana en un escondite en una de las naves registradas.

Anteriormente, y en el marco de la misma operación, se habían realizado dos aprehensiones de marihuana de 55 y 60 kilos en marzo y abril pasado en Girona y en El Pont de Suert, respectivamente. El destino final de la mercancía ilícita era Alemania, Francia, Italia y Rumanía.

También se realizaron doce entradas y perquisiciones en Lleida, Vilanova de la Barca (Segrià), Rosselló (Segrià) y La Roca del Vallès (Vallès Oriental). Se decomisaron 3.000 euros en efectivo, 650 dólares, 6 vehículos, documentación y soportes electrónicos, dos armas (una de las que se utilizan en el deporte llamado ‘airsoft’ y una de aire comprimido) y varios tampones y sellos presuntamente utilizados para enmascarar los envíos de marihuana.

Un secuestro en enero, detonante

La investigación comenzó el 25 de enero a raíz de la denuncia por el secuestro de una persona en plena vía pública en el centro de Lleida. La víctima fue retenida durante dos días, recibió agresiones físicas y amenazas, algunas de ellas con arma de fuego, y fue trasladada en al menos dos ocasiones a diferentes naves industriales gestionadas por los secuestradores.

Según los Mossos, el secuestro respondía a una acción que había tenido lugar dos días antes, cuando el presunto grupo de secuestradores estaba en una de las naves industriales ocupadas. donde cultivaban y preparaban marihuana y otro grupo los asaltó y se llevó la droga preparada para la venta.

El grupo asaltado acusó a los empleados de las naves donde se resguardaba la droga de haber facilitado información a los asaltantes. En el marco de estas sospechas, eligieron a un hombre al que acusaron de desleal y lo secuestraron.

A cambio de la liberación exigían 200.000 euros, valor que otorgaban a la droga robada, o amenazaban con matar al hombre. Los Mossos añaden que para dar credibilidad a las amenazas sometieron a la víctima a agresiones físicas y enviaron a su entorno imágenes del osado atado de manos y pies con signos claros de lesiones.

Tras dos días de cautiverio, los secuestradores liberaron a la víctima con el compromiso de que conseguiría información sobre el paradero de un tercer individuo al que culpaban de haber orquestado el asalto a la nave del primer grupo. A lo largo de los posteriores días, añaden los Mossos, la víctima continuó recibiendo amenazas para que no denunciara.

Marihuana exportada

Los Mossos sospechan que los detenidos gestionaban un ‘hub’ de marihuana asentado en la demarcación de Lleida que gestionaba al menos cuatro naves industriales ocupadas, y que operaban a través de cinco empresas de logística, constituidas con apariencia de legalidad.

La forma de operar de la estructura consistía en proveerse de la marihuana cultivada en Cataluña a través de diferentes proveedores. Una vez en sus naves, la depositaban en envoltorios y paquetes de apariencia legal, agrupados en palés enteros y camuflados entre mercancía de curso legal como freidoras de aire dentro de camiones alquilados con choferes subcontratados, ajenos al transporte ilícito que llevaban a cabo.

Finalmente los Mossos aseguran que para encubrir y enmascarar el tráfico encubierto de drogas que ejercía la empresa de transportes, sus miembros desarrollaron mecanismos para falsear la documentación relativa a la carga (CMR) así como falsificar sellos y estampas para dotar de veracidad a los paquetes en caso de que alguna autoridad policial, o fiscal, detuviera el cargamento. Podían variar entre utilizar los documentos de las empresas que ellos gestionaban, o bien utilizar otras empresas conocidas de distribución y venta de productos electrónicos o de bricolaje.

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