La Guardia Urbana detuvo el domingo a un hombre de 58 años que habría agredido a su hija cuando intentaba calmarlo mientras le querían hacer una segunda prueba de alcoholemia. Cuando los agentes intentaron parar la agresión, el hombre también les agredió a ellos y por ello se le ha detenido por delitos de maltrato en el ámbito del hogar, atentado a agentes de la autoridad, conducir bajo los efectos del alcohol y negativa a someterse a las pruebas.
Los hechos ocurrieron a las dos de la madrugada en la calle Campo de Marte cuando la policía detuvo a un conductor que parecía estar bebido. Se le hizo una primera prueba con el aparato de muestreo y dio positivo con 0,89 mg/l. Después se le quiso hacer la prueba con el aparato de precisión pero se negó.
Según la policía, el hombre comenzó a hacer pruebas inválidas en varias ocasiones y entonces se le avisó y se puso cada vez más violento y alterado. Entonces, la policía pidió una grúa para retirar el coche, ya que no había conductor sustituto y su hija lo intentó calmar, pero él lo habría agredido dándole un fuerte golpe que le hizo caer el teléfono al suelo. Entonces, los agentes intentaron parar la agresión pero también fueron agredidos por el hombre.