jueves, 23 de enero de 2025
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Este es el número que hace 122 años que juega un pueblo de La Segarra y que no ha tocado nunca.

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En 1903, un grupo de amigos de Sant Guim de Freixenet (Segarra) destapó cinco cartas para crear un número y jugar en la lotería. Salió en 11457 y, desde entonces, que el bar donde estaban decidió venderlo por el sorteo de Navidad y Reyes. El número ha pasado de generación en generación y, aunque el bar original cerró por jubilación, ahora se sigue vendiendo en un restaurante de Calaf (Anoia). 122 años después, no ha tocado nunca ni en Navidad ni por Reyes, ni tampoco en cada sorteo que un grupo de amigos todavía juega semanalmente. El alcalde de Sant Guim de Freixenet, Francesc d’Assís Lluch, explica a la ACN que no concibe las fiestas de Navidad sin este número. “En el pueblo tenemos la tradición de que las fiestas empiezan cuando lo compras”, asegura.

“Desde 1903 que estamos intentado tentar la suerte y no llega nunca”. Joan Forn regentó durante años el bar donde un grupo de amigos eligió el número 11457. Lo vendió en su local hasta que se jubiló y, después, lo cedió a su sobrino, que es quien ahora lo vende en su restaurante de Calaf, en L’Anoia. “No se puede dejar. Ya somos la tercera generación que lo jugamos”, explica Forn.

Y el número atrae a centenares de personas que cada año lo van a buscar expresamente al restaurante que regenta Jordi Sangrà en Calaf. Según explica, “es como una herencia de la familia; quienes lo compran, ya lo compraban sus padres y sus abuelos, y ellos han continuado haciéndolo como si fuera una tradición de Navidad”, añade.

Cambio de sueños

Han pasado tantos años que también han cambiado las prioridades si algún día les toca la lotería. “Te vas haciendo grande y los sueños son otros”, explica Forn. Sin embargo, su hermana, Montserrat Forn, ya tiene un viaje “a punto” por si algún día le acaba tocando la lotería.

Este año, y para celebrar la efeméride, Jordi Sangrà ha hecho hacer una partida de botellas de cava con el número impreso en la chapa.

Tendrá más posibilidades porque este año también ha decidido girar el número y, aparte del 11457, también ha comprado el 75411. “Quizás nuestros antepasados se equivocaron a la hora de decidir el orden de las cartas”, explica.

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