La burbuja del Carnaval de Sitges y Vilanova i la Geltrú ha llegado este miércoles al punto final con el entierro del Carnaval. Los dos municipios han aparcado la música, los disfraces multicolores, los maquillajes y los excesos de la última semana para vivir un atardecer marcado por miles de personas vistiendo ropa negra entre llantos y escaramuzas. En Sitges, la comitiva de Su Majestad ha celebrado una última Fiesta del Delirio Eternum, paso previo a la apertura de la capilla ardiente y al traslado de los despojos a la Fragata. En el caso de Vilanova, la Casa Mortuoria ha estado abierta desde media tarde en el Teatro Principal, mientras por la noche la plaza de la Vila ha sido el escenario del adiós al Carnaval.
Con el Carnaval oficialmente acabado, esta noche ha comenzado la Cuaresma, que en el caso de Sitges se ha escenificado con la llegada de una vieja dama que ha repartido buñuelos durante un breve recorrido por el centro. Desde el cabo de la Villa se ha dirigido a todos los sijetanos con su peculiar Manifiesto de la Verdura “para poner fin a una semana de excesos y pecados”.
El Garraf inicia la cuenta atrás hacia el 12 de febrero de 2026, cuando se celebrará el próximo Jueves Gras.