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El espacio renaturalizado de la Playa Larga cuenta, desde el pasado fin de semana, con un servicio de informadores y un horario de apertura al público. Aprovechando la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, la concejala de Emergencia Climática y espacios naturales, Iolanda Sánchez, ha visitado el espacio para explicar a los medios el proyecto de los espacios azules, de recuperación y renaturalización de playas como la del Far, de Ribes Roges y la Playa Larga.
“Para nosotros la Playa Larga es, aparte de un espacio natural que hemos recuperado, un símbolo de las soluciones basadas en la naturaleza para luchar contra los efectos del cambio climático”, ha dicho la regidora, que ha añadido que todavía estamos a tiempo de revertir algunos efectos del cambio climático: “la Playa Larga es un espacio que fue degradado, fue un vertedero de desechos, de restos de obra, fue un símbolo de la especulación, y fue un compromiso de este ayuntamiento recuperarla como espacio natural”.
En este sentido, Iolanda Sánchez ha destacado la “valentía política de aquel momento, pero también la valentía ciudadana, porque tenemos que reconocer el trabajo que hicieron las entidades ecologistas del momento, la APMA, y cómo nos ayudan actualmente desde La Foixarda o Arba Litoral para observar y mantener este espacio naturalizado”.
Las obras ejecutadas desde agosto de 2023 han sido posibles gracias al apoyo de la Agencia Catalana del Agua, la Diputación de Barcelona y el proyecto europeo SCORE. Este último ha permitido sensorizar el espacio y estudiarlo como zona inundable, destacando los altos valores ambientales y la importancia de su preservación. La recuperación de la Playa Larga como zona húmeda litoral contribuye no sólo a favorecer la biodiversidad, sino también a proteger infraestructuras vulnerables, como el tren y el camping, ante los impactos crecientes del cambio climático en la costa.
Ahora la Playa Larga es un laboratorio vivo que debe permitir aprender sobre la naturaleza que nos rodea, sobre la restauración ambiental, y hacer pruebas de proyectos de adaptación al cambio climático, como la última balsa que se acaba de construir o los sensores que se están colocando.
Desde el pasado fin de semana el espacio recuperado ya cuenta con un horario de apertura (de 9.30 a 19 h) y un servicio de informadores ambientales, que estará disponible todos los fines de semana del año para atender a los visitantes.
Los visitantes podrán ver las balsas de aguas freáticas, que favorecen la biodiversidad, así como la caseta informativa, un espacio para la divulgación, para el conocimiento y para la educación ambiental que, como ha explicado la regidora, “también será utilizado por la comunidad de vecinos de El Prat de Vilanova, y debe ser un espacio abierto a la ciudadanía”.
Esta caseta, que dispone de una pérgola con placas fotovoltaicas para generar y suministrar energía eléctrica, es un equipamiento de apoyo que hará las funciones de centro de interpretación, un espacio de unos 50 metros cuadrados con oficina y aula polivalente con capacidad para 25-30 personas, que alberga una exposición sobre los valores medioambientales de la Playa Larga.
Para proteger el espacio natural y evitar usos que puedan perjudicar su recuperación —como el vandalismo o la presencia de animales domésticos que interfieren en la introducción de especies—, el acceso al itinerario interior entre la caseta informativa y el edificio de viviendas estará restringido a los fines de semana y algunas mañanas.
El resto de la Playa Larga se mantendrá abierta de manera permanente para los peatones. Además, se ha habilitado un camino paralelo a la vía del tren que recorre todo el espacio, desde la calle del Ribagorçanaar hasta el extremo de la playa, y que permite hacer un itinerario circular de vuelta por el litoral.
El 28 de junio se realizará la primera visita guiada a la Playa Larga.
