El lunes por la noche se produjo un rescate in extremis, por parte de dos agentes de los Mossos d'Esquadra y uno de la policía local, de un chico de 19 años que se estaba ahogando frente a la playa de Roses (Alt Empordà). Los agentes no dudaron en lanzarse al agua para rescatar al joven que, momentos antes, se había precipitado desde el espigón y no podía salir del agua.
La madre del chico avisó a la policía al ver que era noche cerrada y el chico no volvía a casa. Se desplegó un dispositivo para tratar de localizar al chico, pero fueron unos paseantes que alertaron a las fuerzas del orden de que había un chico caminando por el espigón.
Estos mismos testigos habían advertido al chico de la peligrosidad de caminar por el espigón cuando, como aquel día, había mala mar. Fue entonces cuando se oyeron los gritos de auxilio del chico que había caído al mar y se estaba ahogando.
Dos Mossos se lanzaron al agua para rescatar al joven, y un tercero, policía local, se lanzó provisto de un flotador. A pesar de la mala mar, pudieron sacar al chico del mar y éste fue atendido por los servicios de emergencia, que constataron que estaba ileso.