Una manifestación convocada de manera espontánea en las redes reunió este lunes a más de 500 personas —cerca del 10% del municipio— en Sant Hilari Sacalm (Selva) para exigir la dimisión del alcalde, Jordi Rotllant, a raíz del incremento del recibo del agua tras la municipalización del servicio. La concentración empezó en la plaza del Ayuntamiento sobre las cinco y media de la tarde y, al ver que la junta de gobierno prevista a las seis no se celebraba en el consistorio, se convirtió en una marcha que cortó la GI-550 y recorrió varias calles, incluidas las del alcalde y la de su madre. La protesta se desarrolló sin incidentes, entre gritos de “dimisión” y “ladrones”.
Entre los manifestantes, vecinos y comerciantes denunciaron incrementos “desorbitados” que, dicen, ponen en riesgo economías familiares y tesorerías. Una vecina explicaba que el recibo le ha subido hasta los 300 euros “siendo dos personas en casa”, y varios negocios lamentaban saltos de tarifa muy por encima de lo que esperaban con la entrada de la empresa municipal.
Ante la ola de quejas, Rotllant admitió dos “errores importantes” en el despliegue del nuevo modelo. Primero, un cálculo de cuotas para hogares que ha provocado una subida “de golpe”. El alcalde anuncia un modelo progresivo para “esponjar” el incremento —aunque retrase inversiones— y minimizar el impacto sobre las familias. Segundo, pequeños comercios fueron clasificados como industriales por Aigües de Sacalm, con el consiguiente recibo mucho más alto; el consistorio asegura que corregirá este error.
Rotllant defiende, sin embargo, que la gestión pública es “el mejor sistema” y “beneficioso para el pueblo”, y alega costes de producción superiores —la cota elevada del municipio encarecería el bombeo—, así como que la nueva factura integra la tasa de alcantarillado, antes facturada aparte. También recuerda que el precio se había congelado durante años debido al litigio con la antigua concesionaria, período en que no se hicieron inversiones.
El Ayuntamiento se compromete ahora a revisar tarifas y categorías, explicar los cambios e impulsar el modelo escalonado para reducir el impacto inmediato en domicilios y comercios, mientras la ciudadanía mantiene la presión para que la corrección llegue pronto y con efectos en el recibo.