A lo largo del último año, un total de 98 personas procedentes de Ucrania, mayoritariamente mujeres y niños, se han instalado en el municipio de Roses huyendo del conflicto bélico. Desde la llegada de la primera familia, el 1 de marzo, el Ayuntamiento estableció un protocolo con Cruz Roja, Cáritas y Rotary Club para la coordinación de las acciones de acogida de los refugiados. Durante todo este tiempo, Cruz Roja ha actuado como entidad de referencia para la acogida, en un primer momento con el establecimiento del lugar de residencia (centro habilitado del programa de Refugiados, domicilio particular de familiares o conocidos, hotel mientras se establecía un alojamiento, etc), y en coordinación con el Área de Acción Social del Ayuntamiento, para los servicios de Centro de Distribución de Alimentos y ropero en caso necesario (gestionado por Cáritas), atención sanitaria y/o psicológica, asesoramiento legal, etc.
Paralelamente, el propio consistorio estableció un sistema de atención que permitía desde el primer día de la llegada de los refugiados, tramitar su empadronamiento en la población (requisito previo a obtener la tarjeta sanitaria), así como inscribir a los hijos e hijas en edad de escolarización para que éstos pudieran iniciar sus clases de forma inmediata. El pleno municipal aprobó el 31 de marzo una moción de apoyo al pueblo de Ucrania y contra la guerra, el Departamento de Acción Social del Ayuntamiento amplió en 80.000 € su partida de prestaciones de urgencia social para hacer frente a las necesidades de los refugiados y destinó 30.000 € al Fondo Catalán de Cooperación al Desarrollo, y la Policía Local proporcionó 13 chalecos antibalas al programa de recogida de material destinado a la protección del personal sanitario que trabaja sobre el terreno.
Durante el año se han organizado también actividades deportivas y culturales para facilitar la acogida, la integración y el aprendizaje del idioma tanto de niños y jóvenes como de adultos, con proyectos como FutbolNet, cursos de la Oficina de Catalán y la creación de un grupo de acogida lingüística, la realización de visitas guiadas por el patrimonio rosense o la celebración de la tradicional fiesta de año nuevo ucranesa -Malanka- en el Teatro Municipal de Roses, entre otros.