En respuesta a las crecientes preocupaciones locales sobre la congestión del tráfico en el centro de la ciudad, el Ayuntamiento de Ripoll y la Policía Local han anunciado conjuntamente que están considerando la implementación de medidas para regular el tráfico en esta área.
Actualmente, el incremento de turismos, vehículos de carga y descarga, así como los residentes locales, han generado una situación de tráfico que requiere una atención inmediata. Con el objetivo de mejorar la circulación y fomentar un entorno más sostenible, se ha decidido potenciar el estacionamiento en la zona naranja que rodea el casco antiguo de la ciudad. Se debe recordar que esta zona tiene una tarifa atractiva para estas áreas de aparcamiento, con un coste de solo 20 céntimos de euro por 80 minutos de estacionamiento, con la primera hora gratuita. Así, se busca incentivar el uso de este espacio, que hasta ahora ha sido infrautilizado.
Después de realizar una reunión con los comerciantes locales, se les ha informado de que se quería llevar a cabo una prueba piloto a principios del año que viene. A petición de los comerciantes, la implementación se pospondrá hasta la temporada de buen tiempo, con el objetivo de potenciar la zona peatonal y mejorar la experiencia de los visitantes y residentes locales.
Se han mantenido sesiones de trabajo con la asociación Ripoll Comerç y la Unió Intersectorial i Empresarial del Ripollès (UIER) para escuchar sus propuestas e inquietudes. Esta colaboración es esencial para encontrar una solución que sea equitativa y beneficiosa para vecinos, vehículos y peatones.
Próximamente se llevarán a cabo reuniones con técnicos de una empresa de servicios de estacionamiento para explorar otras propuestas y soluciones innovadoras que puedan contribuir al éxito de la iniciativa. El Ayuntamiento destaca que el objetivo es realizar una prueba piloto de tres meses, como ya se ha comunicado a los comerciantes, para evaluar la eficacia de las medidas implementadas.
Estas acciones forman parte del compromiso continuo del Ayuntamiento de Ripoll para evolucionar hacia un modelo urbano del siglo XXI, siguiendo el ejemplo de muchas ciudades europeas. Reducir el tráfico rodado en el centro, minimizar la contaminación y poner al peatón en el centro de la experiencia urbana son los objetivos fundamentales de esta regulación, que se considera imperativa para avanzar hacia un Ripoll más sostenible y habitable tanto para los habitantes como para los visitantes.