La noche de este pasado lunes la Casa del Pueblo de Blanes acogió la presentación del último libro de Quim Torra 'Les Hores greus, Dietari de Canonges', organizado por Òmnium Cultural Selva Marítima. El ex presidente de la Generalitat relata el confinamiento que vivió durante las primeras semanas de la pandemia, en marzo y abril de 2020, y aporta un testimonio en primera persona sobre cómo el gobierno de Cataluña hizo frente a la emergencia sanitaria. El acto lo condujo el periodista blanense Joan Ferrer, jefe de Informativos de Ràdio Marina, quien propuso al único presidente de la Generalitat nacido en Blanes diversas cuestiones interesantes que se relatan en el libro. Se trata de un diario íntimo, reflexivo e impactante, donde no se ahorra verter lo que le pasaba por la cabeza en aquellos momentos en los que todo el mundo, en mayor o menor medida, sufría ante la incertidumbre de lo que era totalmente desconocido. Es el primer volumen del 'Dietari de Canonges', que pronto tendrá continuación con su nuevo libro ya terminado 'Les Hores Incertes'. A través de este dietario, el 131º presidente de la Generalitat capta el testimonio descarnado de un intelectual, más que un político, que debe hacer frente desde la soledad del confinamiento a una situación insólita, que hoy en día –tal y como remarcó ayer- aún no ha terminado. A lo largo de la velada, Quim Torra compartió confidencias como su inquietud respecto a la gran reflexión que debería hacer la sociedad sobre si, durante estos primeros meses de la pandemia, se habían tomado las mejores decisiones para poner la vida de las personas por delante de la economía. También recordó como uno de los momentos más especiales la fecha del 14 de abril, cuando pudo abandonar el confinamiento y volver a casa con su familia. Recuerdos personales y de su relación con Blanes Durante la presentación también se rememoraron otros hechos, como su derribo judicial como presidente por colocar una pancarta que exigía la libertad de los presos catalanes. Quim Torra rememoró cómo le dijo a su madre que sería presidente de la Generalitat. Nunca había pensado que llegaría este momento y, por tanto, siempre le había dicho que todas las publicaciones que apuntaban a su figura eran simples rumores. Por eso, cuando faltaban cinco minutos para hacerlo público en rueda de prensa, pidió que la dejaran llamarla, para que no se enterara a través de los medios. En relación a sus padres, como no podía ser de otra manera, el hecho de estar presentando el libro en la ciudad que lo vio nacer también desencadenó diversos recuerdos de su infancia y unos vínculos que durante su etapa como presidente quiso reafirmar. En este último sentido, explicó que durante la pandemia mantuvo su contacto con Blanes hablando tanto con el director de Nylstar -la antigua SAFA donde trabajaba su padre-, interesándose por la fabricación de mascarillas de tela protectoras, o bien por la evolución de los pacientes en el Hospital Comarcal. Por último, volviendo a la actualidad, también mencionó la necesidad de que se pueda hacer algo para no perder el espacio natural de Pinya de Rosa, uno de los parajes más emblemáticos de la ciudad.
