Esta mañana se ha inaugurado en Llafranc una escultura en memoria de Tom Sharpe. Precisamente un 6 de junio de hace 10 años, el escritor inglés moría en Llafranc, donde vivió los últimos 20 años de su vida y donde dejó su legado. La escultura está situada en el espacio que lleva su nombre y recuerda una frase de Sharpe: “Aquí en Llafranc me siento libre y feliz”. A la inauguración han asistido, Joan Vigas, el alcalde de Palafrugell, y Montserrat Verdaguer, presidenta de la Fundación Tom Sharpe. La escultura ha sido creación del diseñador Pere Àlvaro.
Coincidiendo con la inauguración de la escultura, la Fundación Tom Sharpe ha presentado la biografía del escritor, “Fragmentos de inexistencia. Una biografía de Tom Sharpe”, publicada por la editorial Anagrama y escrita por Miquel Martín i Serra con la colaboración de Montserrat Verdaguer. La obra está basada en el abundante legado documental que dejó el escritor cuando murió.
Tom Sharpe
Thomas Ridley Sharpe, más conocido como Tom Sharpe, fue un novelista satírico y fotógrafo, nacido en Londres el 30 de marzo de 1928. Sharpe se crió en Inglaterra, pero en 1951 fue a vivir a Sudáfrica donde trabajó como asistente social, más adelante como maestro y finalmente tuvo un estudio fotográfico. Durante su estancia en Sudáfrica escribió nueve obras de teatro. En diciembre de 1961 fue arrestado y deportado a Gran Bretaña por su actividad política contra el apartheid.
De 1963 a 1972 trabajó como profesor de historia en el Cambridge College of Arts and Technology, años durante los cuales se gestó el personaje de Wilt que acompañaría al autor durante toda su vida. En 1971 se publicó su primer libro, “Asamblea sediciosa”. En total escribió dieciséis, todos cargados de humor, un humor potente y muchas veces corrosivo que Tom Sharpe utilizaba para vehicular la denuncia social, su dolor profundo, la reflexión y la crítica –muy lúcida– a casi todo.
Tom Sharpe llegó por primera vez a Llafranc en 1992, donde vivió casi veinte años y donde murió el 6 de junio de 2013. Llegó a este núcleo costero de la Costa Brava invitado a comer por su agente literaria. Tal fue el encanto de Sharpe por el lugar que se compró una casa y se quedó a vivir hasta su muerte.
A lo largo de su vida, recibió varios premios literarios: el XXXIIIème Gran Prix de l’Humour Noir Xavier Forneret, en Francia, en 1986; el LiberPress de Girona en 2009 y La risa de Bilbao en 2010.
Fue nombrado Socio honorario del Catalonia Today en 2011 y Palafrugellenc del año, en 2009.