Olot impulsará un programa de reaprovechamiento de los excedentes alimentarios en escuelas y centros de verano

25 de febrero de 2023 a las 17:15h

El Pleno del Ayuntamiento de Olot ha aprobado por unanimidad una moción impulsada por la CUP para elaborar un programa de reaprovechamiento y canalización de excedentes alimentarios, tanto de los comedores escolares como de los centros de verano. La propuesta, que se aplicará en forma de prueba piloto, se iniciará este verano y se trabajará conjuntamente con el Consejo Comarcal de la Garrotxa. En paralelo, también se ha acordado realizar una campaña de difusión informativa a la población sobre las consecuencias del despilfarro alimentario y para dar a conocer las acciones de prevención del despilfarro que se pueden llevar a cabo en los hogares. La campaña de sensibilización se hará extensiva a los establecimientos de restauración de la ciudad para que aprovechen los excedentes.

En las escuelas, está previsto realizar acciones formativas específicas en el ámbito de la reducción y la gestión de los excedentes alimentarios, la prevención del despilfarro, la 'cocina de aprovechamiento' y la difusión de buenas prácticas en este ámbito e incorporarlas a los programas de dinámica educativa para primaria y secundaria.

260.000 toneladas de alimentos tirados cada año en Cataluña

En Cataluña, se tiran cada año 260.000 toneladas de comida en buen estado. Esto significa que cada catalán y catalana despilfarra 35 kilos de alimentos que se pueden aprovechar; un dato que equivale a tirar la comida consumida durante 25 días o que puede alimentar a más de medio millón de personas.

Además, el despilfarro alimentario provoca consecuencias ambientales, como es la generación de residuos y su gestión. Esto impacta directamente sobre el medio con la generación de emisiones de efecto invernadero, en especial de aquellas emitidas en los vertederos como consecuencia de la biodegradación de los residuos orgánicos, que pueden llegar a suponer el 40% de las emisiones totales. Se estima que si se aprovecharan todos los alimentos, la reducción en las emisiones de efecto invernadero equivaldría a sacar uno de cada cuatro coches de las carreteras catalanas.

En términos económicos, la pérdida es de 112 euros por habitante cada año. En Cataluña, la cifra representa 841 millones de euros anuales. En el ámbito doméstico, implica comprar más comida de la que realmente necesitamos, y se estima que el coste de este despilfarro para una familia media con niños es de casi 800 euros anuales.

Dentro de los comedores escolares, el despilfarro es aún más presente: 100.000 toneladas de alimentos en diez años, según datos de un estudio realizado por una empresa encargada del servicio de comedor de 40 centros educativos en Cataluña. Esto significa que cada usuario del servicio de comedor tira unos 120 gramos de comida al día, una cifra que se eleva hasta los 21 kilos de comida al año. Si trasladamos los datos por los 500.000 alumnos que utilizan el comedor escolar en Cataluña, el despilfarro sería de 10.000 toneladas de alimentos al año.

Municipios donde ya se ha aplicado

La CUP, impulsora de esta propuesta en Olot, hace referencia a algunos municipios donde ya se ha implementado este sistema de reaprovechamiento. En Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), por ejemplo, con dos meses escolares se recogieron hasta 211 kilogramos de comida equivalentes a 650 raciones. En el Vallès Occidental, funciona desde 2014 el proyecto 'Recooperem', que alimenta hasta 3.000 familias con los excedentes de los comedores escolares. En Sant Esteve Ses Rovires (Baix Llobregat), han podido repartir en cinco años más de 17.500 raciones a personas vulnerables gracias al proyecto 'Mentali'. Finalmente, en Vilanova i la Geltrú, reparten, desde el espacio municipal Sopem, 100 menús semanales provenientes de los excedentes de los comedores escolares.