El TSJC obliga a la Audiencia de Girona a reescribir la condena al masajista de la Bisbal d'Empordà que abusó de una menor. La sentencia le impuso 2 años y medio de prisión por agresión sexual y entre otros concluyó que no había quedado "debidamente acreditado" que el acusado supiera la edad de la víctima. La acusación particular recurrió la sentencia y ahora, el alto tribunal catalán le ha dado la razón. Después de repasar la grabación del juicio, el TSJC concluye que la Audiencia cometió "un error patente" porque, a preguntas del fiscal, el masajista admitió que la víctima era menor, pero que no tenía constancia "si entonces tenía 15 o 16 años". Por eso, el TSJC anula aquella sentencia y obliga a la Audiencia a hacerla de nuevo.
El masajista de la Bisbal d'Empordà acumula varias denuncias de clientes por abusos sexuales. Se llegaron a presentar cinco. Algunas ya estaban prescritas, y las otras se instruyeron por separado. El primer caso -y de hecho, el único con sentencia hasta ahora- llegó a juicio a principios de abril en la Audiencia de Girona.
Los hechos se remontaban al 7 de junio de 2022. La sentencia concluyó que, aquel día, con la excusa de hacerle un masaje, el acusado hizo tocamientos en los genitales de una clienta menor de edad. Después, se desnudó y obligó a la víctima a tocarle el pene.
La Sección Cuarta condenó al masajista por un delito de agresión sexual. Le impuso una pena de 2 años y 6 meses menos un día de prisión. A la hora de dictar sentencia, el tribunal le aplicó al procesado una atenuante de reparación del daño (porque antes del juicio, consignó 9.500 euros para afrontar la indemnización).
La sentencia concluyó que el relato de la adolescente -que declaró a puerta cerrada- tenía "fiabilidad plena" a la hora de decantar la balanza. Pero más allá de eso, el tribunal también subrayó que había una prueba "de gran relevancia": el hecho de que la menor supiera que el masajista tenía una cicatriz en la zona de la ingle (cosa que avalaba que lo hubiera visto desnudo mientras abusaba de ella).
Ahora bien, la sentencia también resolvió que no había quedado "debidamente acreditado" que el masajista, pese a saber que era menor de edad, conociera la edad de la víctima. En este punto, la Audiencia recogía que, a preguntas del fiscal, el acusado dijo saber que la chica era "un poco menor" que su hija (que entonces tenía 18 años) pero que "no conocía la edad exacta".
"Error fáctico patente"
La acusación particular, encabezada por el abogado Carles Monguilod, recurrió contra la sentencia ante el TSJC. El recurso, al que también se añadió la fiscalía, subrayaba que aquella respuesta del masajista, que el tribunal había tenido en cuenta, no era lo que realmente el acusado había dicho durante el juicio.
Ahora, después de examinar la grabación hecha en sala, el alto tribunal catalán ha dado la razón al abogado. Porque, en realidad, el masajista respondió saber que la víctima era menor, pero no tener constancia "de si en aquel momento tenía 15 o 16 años". Y de hecho, según subraya el TSJC, aquella frase fue "la única mención" que el acusado hizo en relación a la edad de la adolescente.
El TSJC concluye que, en consecuencia, la Audiencia de Girona cometió "un error fáctico patente" a la hora de dictar sentencia contra el masajista. Porque la declaración que hizo el acusado en el juicio "no tiene que ver" con el argumento que usó la Sección Cuarta en la sentencia (es decir, que el procesado desconocía la edad exacta de la víctima).
Por ello, el alto tribunal catalán estima el recurso interpuesto por Carles Monguilod, anula aquella primera sentencia y obliga a la Audiencia a volver a dictarla de nuevo. La resolución es firme y no admite recurso.
