Los dos supuestos autores materiales del crimen de la supervisora del servicio de diálisis de la Clínica Girona durante un asalto a su casa el 25 de septiembre de 2020 se enfrentan a 31 años de prisión cada uno. El fiscal les acusa de asesinato agravado, robo con violencia y detención ilegal. Después de dos meses de investigación, los Mossos desplegaron un operativo el 30 de noviembre que se saldó con la detención de cuatro sospechosos.
Había, también, una compañera de trabajo de la víctima y su marido que, según la investigación, habían sido los “autores intelectuales” del robo. El matrimonio afronta 10 años y 10 meses de prisión cada uno por robo y detención ilegal. La Audiencia concluyó que no se les podía acusar de asesinato.
El escrito de acusación del fiscal Víctor Pillado recoge que, a lo largo del mes de agosto de 2020, el matrimonio y uno de los supuestos autores materiales "decidieron perpetrar un asalto violento" en casa de la enfermera, que también tenía un despacho profesional de podología en el número 23 de la carretera Barcelona de la ciudad.
Según la acusación, tenían "información relevante" que indicaba que la víctima tenía "un caudal económico importante" en cajas fuertes en casa. La investigación apuntaba a que fue la mujer, que era compañera de trabajo de la víctima, quien aportó esta información.
Los tres trazaron el plan y contactaron con una cuarta persona, un hombre que tenía antecedentes por un delito de robo violento. El fiscal expone que todos los procesados se pusieron de acuerdo para cometer el robo, “asumiendo” que tendrían que utilizar “fuerza física” para conseguir el dinero de las cajas fuertes. Siguiendo este plan, el fiscal sostiene que consiguieron una tarjeta de telefonía y la utilizaron para concertar una cita médica con la víctima utilizando una identidad falsa.
La puerta de entrada era que este falso paciente “venía recomendado” por su compañera de trabajo y ahora acusada: “Por lo tanto, la víctima le abriría la puerta sin temor y sin ninguna sospecha". La reunión la fijaron para las 18.30 horas del 25 de septiembre de 2020.
Los días previos, relata el escrito de acusación, el matrimonio y uno de los procesados hicieron “tareas de vigilancia” alrededor de la casa de la víctima. Además, el fiscal indica que sabían “perfectamente” los horarios y costumbres de la víctima y contaban con información “personal e íntima” que la acusada había logrado “con la relación de confianza que mantenían desde hacía años y por el hecho de trabajar con ella en el centro de diálisis de la Clínica Girona”.