La Policía Nacional localizó el 1 de octubre en Camprodon (Ripollès) a un ciudadano francés que llevaba más de ocho horas desaparecido por la zona del Coll d'Ares. El excursionista tenía varias heridas en las extremidades del cuerpo, pero presentaba un buen estado de salud. La alerta de la desaparición la dieron dos compañeros suyos a unos policías que se encontraban haciendo controles en la frontera con motivo de la reunión informal de los jefes de estado y de gobierno de la UE. Los hombres explicaron a los policías que habían salido los tres de excursión pero que, en un momento determinado, perdieron de vista a su compañero. Finalmente, los agentes localizaron al hombre a unos 16 kilómetros de la zona donde se había perdido. Estaba desorientado y tenía varios rasguños.
La Policía Nacional activó el protocolo para personas desaparecidas y avisó al servicio de emergencias del 112. Además, también se movilizaron los Bomberos y las autoridades francesas. Los compañeros del desaparecido explicaron que se trataba de un hombre de unos 40 años, que se llamaba Jerome y que llevaba barba, una gorra negra y unos pantalones cortos. Además, informaron que no llevaba teléfono móvil ni tampoco ropa de abrigo. Los policías decidieron intensificar la búsqueda por las bajas temperaturas de la zona, sobre todo cuando cae la noche.
Una patrulla de la Policía Nacional que estaba haciendo la búsqueda por los alrededores de la carreta C-38 localizó a un hombre cerca de la carretera que coincidía con las características del desaparecido. El hombre estaba a unos 16 kilómetros de la zona donde se había perdido y estaba desorientado. Los policías comprobaron que efectivamente era el hombre que se había perdido y que había decidido caminar a través de la montaña para intentar encontrar a alguien que le ayudara.
La Policía Nacional informa que, aunque tenía algunas heridas, no requirió asistencia sanitaria.