El día de las mujeres es un día que marcamos de color lila en nuestros calendarios porque aún necesitamos reivindicar y recordar nuestros derechos, nuestro valor y nuestra existencia. Solo vemos hombres sentados en la mesa de negociación de la paz, mujeres obligadas a abandonar sus hogares con niños pequeños para escapar de las atrocidades de las bombas, para buscar refugio en un país desconocido, en un lugar incierto y poco deseado. Sufren consecuencias infernales debido a decisiones serias tomadas mayoritariamente por hombres, así pasa y ha pasado en todas las guerras. Los días previos al 8 de marzo, oíamos decir eufórica a Neus Ballús, cuando recogía el Gaudí a la mejor película por Sis dies corrents, recordando el histórico Oso de Oro ganado por Carla Simón en la Berlinale: "Las mujeres hemos venido al cine para quedarnos." Lo podía proclamar con conocimiento de causa. Estos premios cinematográficos cuentan este año con voces femeninas, y la academia reconoce la fuerza y la creatividad de las películas dirigidas por mujeres.
Lo mismo que en el cine podemos aplicarlo en la historia del teatro como la obra Ai, Conxita, escrita y dirigida por Paula Comas Gómez, una mujer que ha roto con los roles habituales. En esta obra muestra esta voz de mujer, y se representará durante los días 26 y 27 de marzo y el 3 de abril en Santa Coloma de Farners como clausura de la 27ª edición de la Muestra Rafael Anglada de teatro amateur. Además, aparte del teatro está preparando su ópera prima con el largometraje Resilients con el acompañamiento de la Girona Film Office.
Sí, las mujeres estamos, en el sufrimiento de las guerras, en el cine, en el teatro, en los deportes, en los descubrimientos científicos, en el trabajo de los campesinos, en las tareas domésticas no reconocidas, en la política... Están, firmes y combativas, reivindicando la consecución de la plena igualdad entre hombres y mujeres.