Durante las pasadas vacaciones de Semana Santa, que en Blanes finalizaron el pasado martes, la Policía Local de Blanes no ha bajado la guardia, y ha mantenido la vigilancia del cumplimiento de las medidas de seguridad para contener la expansión de la COVID-19. A lo largo de estos días, al haber desaparecido el confinamiento comarcal –que a partir de esta próxima medianoche volverá a estar vigente-, se han dejado de hacer los controles intensivos por esta materia. Por el contrario, se han reforzado los turnos de servicio de la Policía Local por el previsible aumento del número de visitantes, confirmado finalmente por los datos de ocupación de alojamiento y de los lugares gratuitos de aparcamiento que hay. Aparte de la Seguridad Ciudadana, la tarea en el ámbito COVID se ha centrado en velar por el cumplimiento de las medidas, desde las más básicas –el uso de la mascarilla y toque de queda-, hasta las que tienen que ver con establecimientos de restauración y actividades sociales. Cerca de un centenar de actas COVID durante las vacaciones de Semana Santa Desde el viernes 26 de marzo, cuando oficialmente comenzó la primera fase del operativo de las vacaciones de Semana Santa, hasta el pasado martes 6 de abril –festivo en este municipio-, la Policía Local de Blanes ha levantado cerca de un centenar de actas COVID. Más concretamente, han sido un total de 94 actas, de las cuales 39 corresponden a fiestas ilegales o bien al incumplimiento de alguna normativa en establecimientos privados. De estas 39 sanciones, hay 24 que la Policía Local de Blanes levantó el pasado domingo, 4 de abril, después de desalojar una concentración donde participaban este número de personas. Este grupo de participantes estaban bebiendo y escuchando música al aire libre en un descampado que hay cerca de la Tordera, junto a la Planta Desalinizadora. Después de que los agentes policiales desmantelaron la celebración, se levantaron 24 actas, una para cada una de las personas que estaban participando en el encuentro, en una intervención que tuvo lugar a las nueve menos cuarto de la noche, antes del toque de queda. En cuanto a las 15 sanciones restantes, 6 de ellas se levantaron a una profesora y 5 alumnos en un gimnasio; y 1 sanción para el organizador de una fiesta en un piso, donde participaban seis personas no convivientes. Por último, en cuanto a las 8 sanciones restantes, corresponden a varios locales de restauración a quienes se levantaron sendas actas COVID por haber incumplido el horario de apertura –desde las 7:30 de la mañana hasta las 5 de la tarde-, o bien el aforo máximo permitido. Otra sanción que también se ha impuesto en este ámbito es porque la distancia de seguridad sanitaria entre las mesas de comensales no era la adecuada. Cabe decir que, de estas ocho sanciones, dos de ellas se impusieron contra el mismo local el mismo día.
