La noche de este pasado viernes, el Centro Cultural Els Padrets acogió el último de los actos incluidos este año en el programa conmemorativo del 25-N, cuando se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. Después de que a lo largo de casi dos semanas se han ido sucediendo diversas propuestas, la que cerraba el círculo ayer fue ciertamente intensa y muy compartida por el público formado únicamente por mujeres.
Se trataba de la performance 'La Mala Mare', interpretada por el Colectivo de Mujeres Artistas, 'Dona Cançó'. El objetivo del montaje es explicar a través del arte escénico una de las últimas y peores maneras de descargar la violencia machista: la violencia vicaria que cada vez acumula más trágicos ejemplos de la vida real. Padres que se vengan de sus ex parejas haciendo daño y a menudo matando a los hijos e hijas que han tenido en común.A través de la actuación artística, el público asistente pudo comprobar cómo en la violencia vicaria se sustituye a la persona en la acción directa física o psicológica de la violencia para causar un daño mayor y permanente a la mujer. El objetivo es la mujer, pero se llega a través de los hijos. La ejercen siempre hombres contra mujeres. Las mujeres son el objetivo a batir.La Violencia Vicaria, la más cruel de la violencia machistaEs, sin ningún género de dudas, la manera más cruel de ejercer la violencia. Porque si la mujer es una víctima inocente, los hijos aún más. A través de la performance de Dona Cançó, el público que llenaba el Centro Cultural Els Padrets pudo reflexionar sobre la violencia vicaria, una fórmula para hacer daño que se expresó mediante la poesía, la música y la simbología de objetos que se convierten en el mensajeFue, en definitiva, un espectáculo onírico donde también se invitaba a la sociedad en general a cuestionarse, a preguntarse y reflexionar sobre la violencia machista en general, y sobre la violencia vicaria en particular. Un llamamiento a que la sociedad se dé cuenta del peso añadido que a menudo llevan encima las mujeres por ser 'Malas Madres', castigadas a través de sus hijos.Una declaración feminista contra las imposiciones que sufren las mujeresAhora bien, la actriz que protagonizó la performance en la primera parte del acto no se limitó a reflejar con el apoyo de imágenes y música la violencia vicaria. Antes de llegar a ella, todas las mujeres presentes en el Centro Cultural Els Padrets pudieron verse reflejadas en los estereotipos que la sociedad impone a las mujeres. Una declaración feminista magistralmente interpretada sin necesidad de muchas palabras.Imposiciones como el hecho de tener que ser una mujer florero que no hace falta que tenga más cerebro que una apariencia física determinada, pasando por tener que ir vestida y calzada con artilugios que podrían pasar por instrumentos de tortura (¿quién no ha tenido que sufrir unos tacones imposibles?), o la más conocida: cuidar de la casa con la consecuente multi tasking de cocinar, limpiar, planchar, ir a comprar.... Pero seguramente la más terrible es ser tildada de mala madre incluso por parte de tus propias hijas e hijos.La segunda parte de la performance quedó centrada en compartir las experiencias y opiniones personales a través de la dinamización a cargo de una psicóloga y actriz del colectivo 'Dona Cançó'. Antes y después del acto, se contó con la bienvenida y despedida a cargo de Mica Álvarez, técnica del Servicio de Políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Blanes, organizadora de los actos del 25-N con el apoyo de otros departamentos del consistorio y entidades blanenses.Desde el pasado 15 de noviembre, la ciudad de Blanes ha estado acogiendo un sinfín de actividades organizadas con motivo del 25-N. Empezando por la exposición 'Lliures i Sense Por' y continuando por charlas, la proyección de una mini serie documental en dos sesiones, lecturas de manifiestos, actividades musicales e incluso la presentación de un libro sobre la violencia machista.