«Comprar libros es una muestra de amor a los autores y a las editoriales». Con esta máxima -completamente suscrita por la organización- comenzaba el cineasta Albert Serra la feria Indilletres de este fin de semana. Dos jornadas más tarde, con el concierto de Xarim Aresté, terminaba una 6a edición de la feria de libros de la Bisbal, que ha cerrado con buen balance, buena afluencia de público pero menos venta de libros.
«Seguramente, tal y como ha pasado en la mayoría de las ferias y de las librerías en los últimos meses, la subida de intereses bancarios y la inflación se notan y ha habido menos ventas», explica la entidad organizadora. «También tenemos que lamentar que de 14 bibliotecas que vinieron a adquirir libros en 2022 haciendo un gasto de 7.000 euros, este año sólo han venido 3 invirtiendo 1.500 euros en libros», ha añadido la asociación lamentando que «el cambio de sistema de compras en ferias, especialmente el incremento de burocracia que representa para los bibliotecarios, ha impedido el buen funcionamiento de otras ediciones».
Indilletres, por otro lado, hace muy buen balance de los actos organizados, que han tenido «muy buena acogida y seguimiento entusiasta». La 6a edición de Indilletres, consolidada como referente de feria de editoriales independientes, ha acogido un total de 46 editoriales independientes de toda la región de habla catalana, dos librerías bisbalenses, tres bibliotecas, una tarde dedicada a Jacint Verdaguer que incluyó el aclamado preestreno en exclusiva en las comarcas gerundenses del documental Canigó 1883 dirigido por Albert Naudín y una treintena de actividades programadas: debates, conferencias, tertulias, cuentacuentos, teatro, conciertos, muchas presentaciones de libros (más de una veintena) y la entrega del V Premio Llucieta Canyà de Crítica Literaria publicada, que fue para Gemma Medina por el artículo ‘Saber decir la vivor’, publicado en La Lectora, revista digital de crítica literaria, el 3 de octubre de este año sobre la novela Te di los ojos y miraste las tinieblas de Irene Solà.
Fotografía cedida por Anna Pascual
La feria de libros bisbalense ha vuelto a ubicarse en el espacio del Pabellón Ferial de la Bisbal, que se ha complementado nuevamente con la Biblioteca Lluïsa Duran y el Teatro Mundial. Este año se ha propuesto una programación más despreocupada que nunca con un amplio abanico de actividades que trascienden estrictamente la literatura. Además de acoger una veintena larga de presentaciones de libros organizadas por algunas de las editoriales que participaban en la feria, la organización ha apostado por propuestas de interés cultural que giraban en torno a la construcción y la historia del país y de temas de actualidad, como la creación en el tiempo de la inteligencia artificial o un debate sobre los premios literarios en el ecosistema catalán.
Contribuir positivamente en el panorama cultural del país
Indilletres nació en 2018 gracias a un grupo de vecinos que quería organizar una feria de editoriales independientes en la Bisbal d’Empordà y que desde el principio contó con el apoyo del Ayuntamiento de la Bisbal d’Empordà. También cuenta con la colaboración de la Generalitat de Catalunya, de Òmnium Cultural, de la Diputación de Girona, del Consejo Comarcal del Baix Empordà, de la Federación de Comercio de la Bisbal d’Empordà y de Ediciones Sidillà.
Indilletres prepara su quinta edición con ganas, ímpetu y con el objetivo de contribuir positivamente a afianzar el panorama cultural del país. La organización quiere promover la lectura y dar visibilidad a las editoriales catalanas independientes y a los autores de aquí y de fuera, con la voluntad de contribuir a hacer una cultura más participativa y más abierta a todo el mundo. Indilletres quiere arraigarse a un país que se va haciendo con «un ímpetu imparable».