Por segundo año consecutivo, la Ciudad Deportiva Blanes fue la tarde-noche de este pasado miércoles la capital del fútbol en toda Cataluña, a través de la Asamblea General Ordinaria (AGO) de la Federación Catalana de Fútbol (FCF). La positiva experiencia vivida en 2020, con la necesidad de dotar de las estrictas medidas de seguridad preventivas por la COVID a un acto que debe contar con muchos participantes, movió a la FCF a volver a repetirla este año en el equipamiento deportivo blanense.
El acto, que contó con más de 600 asambleístas, se inició con un emotivo in memoriam, seguido por un parlamento de bienvenida del alcalde de Blanes, Àngel Canosa, quien asistió a la asamblea acompañado por el concejal de Deportes, Pere Lopera. A renglón seguido, repitiendo el mismo guion del año pasado, tomó la palabra el presidente de la FCF, Joan Soteras, quien expuso el informe en un momento clave, ya que la próxima temporada habrá elecciones para renovar la junta.
Una asamblea rodeada por la protesta de un sector de clubes críticos
La asamblea celebrada ayer en Blanes ya se preveía que estaría rodeada por la polémica, ya que hace dos semanas la Asociación de Clubes de Fútbol Aficionado (ACFAC) y la 'Plataforma por una FCF de los Clubes' mostraron su disconformidad con la gestión de la actual Junta Directiva de la Federación que preside Joan Soteras. Este posicionamiento crítico quedó patente ayer con el despliegue de pancartas, gritos y silbidos al principio de la asamblea.
Por otra parte, cinco vocales se marcharon de la zona de directivos justo antes de que comenzara el discurso de apertura del presidente para escenificar su disconformidad con Joan Soteras, sobre el cual hay la sombra de la gestión del anterior ocupante de este cargo, Andreu Subies. Cabe decir que Soteras anunció ayer su intención de presentarse al próximo proceso electoral para salir reelegido.
Finalmente, sin embargo, todo quedó diluido durante una sesión que se alargó más de cuatro horas (desde las 7 de la tarde hasta las 12 de la medianoche), ya que los clubes aprobaron por 232 votos a favor, 127 en contra y 25 abstenciones el informe del ejercicio económico presentado por la Federación Catalana de Fútbol. Este punto del día era clave, ya que es el primer ejercicio en más de una década en que la FCF ha presentado un déficit de 1'35 M€ que la junta directiva ha justificado por la pandemia.
Otra parte importante de la asamblea la ocupó el discurso del director general, José Miguel Calle, quien se defendió de las acusaciones de apropiación indebida formuladas durante los últimos meses. Su defensa consistió en atacar la directiva liderada por Andreu Subies de prácticas fraudulentas, y ayer se acordó que la FCF se presente como parte afectada por el caso Soule, ya que la junta sostiene que Andreu Subies se llevó 4 M€ de manera fraudulenta.
También fue clave el punto del orden del día que la próxima temporada no computen los descensos de categoría en el fútbol amateur masculino y femenino. Las categorías beneficiadas serán la primera y la tercera catalana, así como preferente femenina y primera división femenina. Esta cuestión se aprobó con 193 votos a favor y 142 en contra.
