Una pelea frente a una discoteca en Puigcerdà tarda más de dieciocho años en llegar a juicio

26 de septiembre de 2023 a las 19:34h

Una pelea frente a una discoteca en Puigcerdà ha tardado más de 18 años en llegar a juicio. La disputa tuvo lugar en la madrugada del 6 de diciembre de 2004 y en el banquillo de los acusados se han sentado cinco sospechosos, cuatro de un grupo y un quinto del otro bando implicado en la pelea. La fiscalía pedía inicialmente 4 años y medio de prisión para los cuatro acusados de un delito de lesiones porque sostiene que, durante el enfrentamiento, le saltaron dos dientes a un hombre de un golpe. Como el caso ha tardado tanto en juzgarse, sin que el retraso se pueda atribuir a los procesados y sin que fuera una instrucción "compleja", ha terminado pidiendo una condena de 1 año y medio para cada uno aplicándoles la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.

El enfrentamiento entre los dos grupos tuvo lugar alrededor de las cinco de la madrugada de 2004. Este martes, más de dieciocho años después de los hechos, el caso ha llegado a juicio en la sección tercera de la Audiencia de Girona. Este retraso para poder juzgar a los procesados ya ha tenido una primera consecuencia. La fiscalía pedía inicialmente 4 años y medio de prisión para cuatro acusados que formaban parte del grupo que, presuntamente, le saltaron dos dientes de un golpe a uno de los integrantes del otro bando implicado en la pelea.

 

Al final del juicio, la fiscalía ha modificado el escrito de conclusiones provisionales. La acusación pública ha añadido un párrafo recogiendo que la instrucción de la causa ha tardado casi diecinueve años, un retraso que no es atribuible a los procesados y, tampoco, a una eventual complejidad de la investigación. Por ello, ha apreciado en los cuatro acusados la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, que se ha traducido en una rebaja sustancial de la petición de condena.

Así, solicita ahora para cada uno de los cuatro acusados de un delito de lesiones una pena de 1 año y medio de prisión. También pide que les impongan multas de hasta 900 euros por dos faltas de lesiones y una falta de daños (por los golpes a otros dos hombres y desperfectos a un coche durante el enfrentamiento).

 

La acusación particular se ha adherido. Las defensas han alegado al principio de la vista que el caso había prescrito porque la instrucción estuvo paralizada más de cinco años. El tribunal se ha retirado unos minutos a deliberar y ha rechazado la alegación. La presidenta ha remarcado que el plazo de prescripción es de diez años y que se debía dirimir el caso en juicio.

La fiscalía solo acusa a estos cuatro investigados, pero en el banquillo de los acusados también se ha sentado otro procesado, que formaba parte del otro grupo, porque los demás sostienen que fue quien comenzó la pelea atacándolos primero con una porra de madera.

 

Acusaciones cruzadas

El único aspecto del enfrentamiento en el que se ponen de acuerdo los dos grupos es que, al inicio de la disputa, un grupo de cuatro (los acusados) estaba frente a la discoteca y los otros tres (entre los que está el quinto procesado) estaban dentro de un coche. A partir de aquí, las versiones son opuestas.

Los de dentro del vehículo han asegurado que los otros cuatro (acompañados de más personas que no se han podido identificar) les empezaron a increpar a través de la ventanilla del copiloto. Esto hizo que la víctima que acabó perdiendo dos dientes por un traumatismo bajara del coche. Según ha declarado por videoconferencia, enseguida se dio cuenta de que "tendría problemas" porque lo rodearon con actitud "muy agresiva". De repente, ha dicho, notó un golpe muy fuerte en la cara que lo hizo caer al suelo. "Mis amigos salieron del coche para ayudarme", ha añadido.

 

Los tres sostienen que el grupo "agresor" lo formaban unas ocho personas. Enseguida, sin embargo, llegó un coche de Mossos d'Esquadra, que iban de paisano, y el grupo se dispersó. Los agentes han expuesto que vieron cómo los cuatro acusados se marchaban corriendo, y los pudieron interceptar y detener a escasos metros de la discoteca.

El otro grupo, en cambio, relata que la discoteca ya había cerrado y estaban charlando tranquilamente en el exterior cuando un coche casi los embiste. Cuando se lo recriminaron, afirman que bajó uno de los ocupantes (el quinto acusado) con una porra y comenzó a golpearlos en la cabeza. Según su versión, decidieron huir para evitar más problemas.

 

Todos ellos han negado haber propinado un puñetazo a ninguno de los otros jóvenes y han asegurado que, cuando se marcharon, había mucha gente fuera del local y que no saben qué más pasó. "Quizás alguien se metió para protegernos porque estaban muy violentos", ha apuntado uno de ellos.

Las defensas de los procesados piden la absolución y remarcan que no se ha acreditado que ninguno de estos cuatro acusados participara en la agresión que causó las lesiones a la víctima principal. El juicio ha quedado visto para sentencia.