El Ayuntamiento de Girona no prevé hacer nuevas guarderías municipales. La ciudad cuenta con un total de 520 plazas municipales, 157 más en jardines de infancia de la Generalitat y 16 plazas en convenio en escuelas privadas. El curso 2016-2016, el 62% de las solicitudes de las familias han sido atendidas pero el 38% han quedado en lista de espera. Esto supone que prácticamente cuatro de cada diez familias no han podido llevar a sus hijos a la guardería que tenían como primera opción. Sin embargo, la concejala de Educación, Isabel Muradàs, apunta que muchas encuentran plaza en una segunda opción o que se van a las guarderías privadas y que, por tanto, la lista de espera se reduce "considerablemente" a finales de curso. "Sólo hay dos o tres guarderías muy deseadas", apunta. El ayuntamiento inauguró en 2012 la última guardería, en la Devesa. Este curso, este centro ha tenido 93 solicitudes para 43 plazas y, por tanto, 50 niños han quedado fuera.
El hecho de que la educación de 0-3 años no sea obligatoria hace que haya mucha movilidad en las guarderías ya sea por cambios de domicilio o porque, simplemente, algún miembro de la familia se queda en el paro y decide hacerse cargo de los hijos en lugar de pagar por tenerlos en la escuela. A pesar de todo, las cifras demuestran que la demanda supera la oferta en cuanto a esta franja educativa. El curso 2016-2017, del total de 520 plazas municipales se ofertaron 307 y de las 157 de la Generalitat estaban disponibles 89. En total, el número de solicitudes respecto al curso anterior bajó un 11% pero, aún así, muchas familias no han podido acceder a la primera opción. De hecho, sólo se han podido atender el 62% de las solicitudes y el resto, el 38%, ha quedado en lista de espera. Girona inauguró la última guardería municipal en 2012 en la Devesa, que se convertía en la séptima de la ciudad (hay dos que son de la Generalitat). La concejala de Educación, Isabel Muradàs, ha reconocido que no tienen previsto hacer ninguna más y ha quitado hierro a las listas de espera. Según asegura, las cifras hacen referencia a la primera opción y, por tanto, hay padres que acaban encontrando una plaza pública en otras escuelas menos demandadas. "Hay listas de espera pero menores que años atrás", ha manifestado. "El problema está en dos o tres que son las más deseadas", justifica. El consistorio –conjuntamente con el Departamento de Enseñanza- ha puesto en marcha un proceso deliberativo sobre la planificación educativa en la ciudad. En el proyecto están implicados padres, docentes y el Consejo Municipal de Educación, entre otros. Muradàs ha avanzado que el objetivo del documento es valorar si el modelo es "equitativo entre el acceso y los resultados". Las conclusiones estarán listas a finales de curso y después habrá que valorar qué acciones se toman. "Siempre habrá que ver de qué recursos dispone el Departamento de Enseñanza, que tiene muchas de las competencias", afirma. De momento, ya avanza que una de las cuestiones que se ha hablado más durante todo el proceso deliberativo es la zonificación escolar. "Está claro que no todo el mundo está satisfecho y habrá que hablar de ello", ha avanzado.