El Ayuntamiento de Girona cerrará las fuentes y dejará solo 26 abiertas para personas vulnerables que quieran beber de ellas. Se trata de fuentes que estarán repartidas por prácticamente todos los barrios de la ciudad.
El cierre de las fuentes es una medida que ya se había tomado en otras ocasiones durante los meses de invierno con el objetivo de que las heladas no dañen las tuberías de agua. Este año, además, también existe el objetivo de ahorrar agua debido a la importante sequía que sufre el país. La elección de las fuentes que quedarán abiertas no es casual, sino que son los surtidores que el consistorio ha detectado que utilizan personas con pocos recursos.