El vendedor del inflable de Caldes de Malavella (Selva) ha asegurado este martes en el juzgado que dijo a los dueños del restaurante que anclaran el castillo por todos los puntos de fijación. El hombre ha detallado que cuando vendió el castillo al propietario del establecimiento hizo una demostración para enseñar cómo se tenía que montar y desmontar y cómo se tenía que clavar al suelo. Sin embargo, el vendedor ha hablado todo el rato de seis puntos de anclaje (cuando según el informe de los Mossos d'Esquadra tenía diez) y no ha sabido precisar si los fijó todos en el momento de la compraventa. El testigo dice que compró el castillo en Mollerussa y que, con la documentación que le dieron, lo pudo utilizar en varias ferias y conseguir permisos municipales sin problema.
El Juzgado de Instrucción 2 de Santa Coloma de Farners, que investiga el caso del castillo inflable de un restaurante de Caldes de Malavella que el 7 de mayo salió catapultado y mató a una niña de 6 años e hirió a seis menores más, ha tomado declaración a siete testigos más este martes. Entre ellos, al hombre que vendió el inflable a los dueños del restaurante, el matrimonio investigado por homicidio imprudente y lesiones por imprudencia. El vendedor, vecino de Girona, ha explicado que compró el inflable en Mollerussa, aunque no ha sabido concretar dónde. También ha añadido que la documentación que dejó en una gasolinera para hacérsela llegar al dueño del restaurante después del accidente es la que le dio el fabricante y que le ha servido para conseguir licencias municipales para instalar el inflable en ferias. "Eso querría decir que los papeles estaban en orden si pudo montar el tobogán en diferentes municipios", ha afirmado el abogado de la defensa, Carles Monguilod. El testigo también ha detallado que cuando le vendió el inflable al investigado, le hizo una demostración para explicar cómo se tenía que montar y desmontar. En aquel momento, asegura, le "recomendó" que siempre lo anclara al suelo utilizando todos los puntos de fijación del inflable, ha explicado el abogado de la acusación particular Carles Alabau. Sin embargo, añade el abogado, a lo largo de toda la declaración ha hablado de seis anclajes cuando, según los mossos, el inflable tenía diez. Esta afirmación entra en contradicción con lo que declaró el dueño del restaurante, que explicó que sólo utilizaban dos puntos de fijación siguiendo las instrucciones del vendedor. "Hoy no ha sido capaz de recordar si cuando hizo la demostración llegó a fijar todos los anclajes o no", ha añadido Monguilod. El abogado ha avanzado que pedirá que se localice y se cite a declarar al fabricante del inflable, sobre todo para determinar la documentación que entregó al vendedor y si es la reglamentaria. Pendientes de informes El juzgado está pendiente de recibir los resultados del informe encargado por el juzgado a la unidad de ingeniería forense de la policía española para determinar las causas del accidente. En paralelo, la acusación particular ha encargado un estudio para determinar si se cometieron negligencias de seguridad y a la hora de controlar la atracción. Los letrados Alabau y Javier Soria no descartan pedir imputar a algunas administraciones en el caso si concluyen que no cumplieron con sus obligaciones. También falta que el juzgado cite a declarar a cinco testigos más pero aún no hay fecha. Los que han declarado este martes han asegurado que no hacía viento y que vieron salir el inflable catapultado después de hacer un primer movimiento sospechoso.