El Esbart Joaquim Ruyra de Blanes celebra 60 años con un baile novecentista

21 de junio de 2023 a las 10:50h

La Plaza de los Días Laborables se transformó la noche del pasado sábado en un entoldado de aquellos que frecuentaban nuestros antepasados, para revivir todo el encanto y el romanticismo de los bailes de la época novecentista. Se trataba de una nueva actividad organizada por el Esbart Joaquim Ruyra, formando parte del ciclo conmemorativo de su 60 aniversario.

Nuevamente, la experiencia fue todo un éxito, contando sobre todo con la más que entusiasta participación de todo un puñado de ex bailarines que habían bailado hace tiempo con la entidad blanesa. El evento se presentó como ‘Enramadas de la octava de Corpus’, porque se celebraban en Blanes entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX enmarcadas en el ciclo festivo de primavera, una semana más tarde de que se hubieran hecho las Alfombras de Corpus.

 

Las enramadas desencadenaban toda una serie de bailes festivos en diferentes barrios históricos de Blanes que combinaban un calendario repleto. Tomando como hilo conductor este rescate del costumbrario blanense pretérito, la celebración se convirtió en una fiesta participativa donde bailar fue la excusa para pasar un buen rato: tanto la gente joven como los que añoraban aquellos entoldados donde bailaban de jóvenes.

Por eso, el Esbart Joaquim Ruyra diseñó una puesta en escena digna de un entoldado al aire libre, engalanando la plaza con guirnaldas de colores como ya habían lucido dos semanas atrás con motivo de la Fiesta de los 60 años, pero mejorado aún más con la instalación de bombillas que le daban todo el aire de tiempos pasados. En el centro de la plaza había lugar para bailar a placer, y la pista de baile estaba cercada por sillas y mesas para hacer una muestra de la barra donde se servía coca, cava y otros entretenimientos.

Baile con la Cobla Mediterránea dirigida por Marcel Casellas

Para poner la música se contó con la Cobla Mediterránea, dirigida el sábado por el maestro Marcel Casellas actuando como director y, a la vez, de maestro de ceremonias animando al público y explicándole qué baile se tocaría y danzaría a continuación a lo largo de toda la velada. El esbart, la cobla y Marcel Casellas prepararon un repertorio de bailes que recorrió valses, polcas, vals-jotas, fox, chotis, alguna sardana o habaneras que hicieron la velada más distendida y participada.

Clásicos como el ‘Baile del Farolillo’, el ‘Baile Robado’ o el más conocido de todos: el ‘Baile de Ramos’, por el cual previamente a su interpretación se estuvieron vendiendo pequeños ramos entre el público para poder recrearlo con todos los detalles. Para hacerlo aún más emotivo, un grupo de ex bailarines se habían estado encontrando las semanas anteriores para ensayar juntos varios bailes que interpretaron convenientemente vestidos con ropa de tiempos pasados.

 

Había veces en que los bailes los danzaban exclusivamente ellos y ellas, para que fueran aún más protagonistas, y otras en que se invitaba a todo el que quisiera añadirse. Los ex bailarines se encargaron de recuperar coreografías creadas por Joan Cruells a finales del siglo pasado, y que llevaban por nombre ‘El gran sarao’. También recuperaron bailes históricos de la entidad, como la Polca de Es Càntir, y el baile plano y corranda del Baile de Morratxes.

Sobre el autor
C CIUTAT
Redacció
Ver biografía
Lo más leído