Como ya es costumbre desde hace 21 años, cada vez que el mes de septiembre llega a su final, Blanes celebra un evento centrado en la fe cristiana, pero que también tiene un marcado cariz popular.Es la Misa del Alba, que este 2024 ha cumplido su 21ª edición coincidiendo con el último domingo de septiembre.La misa la oficiaron de manera conjunta los rectores de las parroquias de Blanes, Enric Roura y Josep Perich, así como el capellán del Colegio Santa María, Anastasio Martín.La celebración religiosa, tal y como su nombre ya indica, se inicia coincidiendo con las siete de la mañana, minutos antes de que salga el sol, y recién empieza a despuntar la luz de la albada.Desde hace veintiún años se ha mantenido la tradición de manera ininterrumpida, ya que el hecho de celebrarse al aire libre permitió que se pudiera hacer igualmente los dos años más fuertes de la COVID: en 2020 y 2021.Se trata de un acto muy especial, y que a menudo atrae a participantes que se añaden por el marcado cariz popular y de comunión con la naturaleza que lo caracteriza.Esto es también porque el escenario donde se acoge la celebración, enlazando con los tipos de ritos que acostumbraba a celebrar Pere Casaldàliga, en plena naturaleza, es uno de los más visitados de Blanes, quizás el que recibe más a lo largo del año: la playa en el entorno de la Roca de Sa Palomera, donde empieza la Costa Brava.En este lugar, sobre una de las barcas que hay en la playa, se erige el altar alrededor del cual se celebra la Misa del Alba.Se sitúa de espaldas a la bahía de Blanes, de manera que el público asistente tiene una privilegiada vista del skyline del municipio que lentamente empieza a iluminarse conforme el sol va ganando altura en el horizonte y la luz del día lo despierta todo.
Aumento de la participación por la presencia del obispo de Girona, Octavi Vilà
En esta ocasión, la edición de este 2024 ha contado con un aliciente que, tal y como explicaban los y las organizadoras, ha hecho aumentar considerablemente el número de participantes.Esto es principalmente porque ha asistido un invitado muy destacado: el nuevo obispo de Girona, Octavi Vilà y Mayo.Esto provocó que la celebración fuera más lucida que nunca, con participantes sentados tanto en las sillas alineadas frente al altar como en la arena de la playa y en los bancales que redondean el espacio.El obispo se encargó de oficiar la homilía, y felicitó a las parroquias de Blanes por el acierto de poner en marcha hace 21 años esta celebración, alentándolos a mantenerla en el futuro.