La Costa Brava ha cerrado una temporada "récord" de cruceros. Este 2022, los puertos de Palamós (Baix Empordà) y Roses (Alt Empordà) han alcanzado las 63 escalas, un 26% más en comparación con 2019.
La pandemia, que dejó los puertos sin ningún crucero en 2020 y con solo nueve en 2021, ha quedado definitivamente atrás y un total de 50.307 pasajeros han llegado al litoral gerundense haciendo escala a bordo de un barco. El impacto económico estimado de la actividad esta temporada es de 4,8 millones de euros (MEUR) en el territorio.
De los 63 cruceros, el 90% funcionan con motores híbridos y el director general de Ports de la Generalitat, Pere Vila, ha subrayado que la sostenibilidad y la electrificación de los puertos es uno de los retos de futuro para el sector.