La policía catalana pilló durante la madrugada de este pasado lunes a un joven de 34 años que se convirtió en un auténtico peligro en la población de Torroella de Montgrí. El conductor perdió el control de su turismo alrededor de las tres cuartos de una de la noche y acabó empotrando su coche contra una farola, rompiéndola por completo.
Tal como ha informado El Caso, los Mossos recibieron el aviso pocos minutos después alertando de un vehículo que se había salido de la vía. Sin embargo, al llegar comprobaron cómo sin ningún motivo aparente el coche impactó directamente contra la farola, pero la situación se agravó cuando conocieron la versión del conductor. Este desprendía un fuerte olor a alcohol y rápidamente lo sometieron a la prueba de alcoholemia.
El hombre de 34 años dio positivo con un resultado de 1,02 mg/l
El joven circulaba en sentido a L'Estartit y por suerte era el único ocupante del vehículo. Además, el hombre de 34 años salió ileso del accidente, pero una vez llegaron los equipos de emergencia y los Mossos dio positivo en la prueba de alcoholemia con un resultado de 1,02mg/l. De esta forma, el accidentado cuadruplicó la tasa máxima de alcohol permitida para circular, lo que desencadenó que los agentes lo denunciaran penalmente por los hechos.
En estos momentos, el caso está en manos del juzgado y el infractor aún no conoce la sanción que recibirá. Sin embargo, en casos similares la condena implica lapérdida de hasta seis puntos del carné y en el peor de los casos penas de prisión de tres a seis meses, una multa económica o trabajos en beneficio de la comunidad. Igualmente, la mejor noticia es que ninguna persona, ni tan solo el conductor, sufrieron heridas a causa del accidente, el cual evidencia una vez más que el volante y el alcohol no deberían estar relacionados.
